Con gran sentimiento, se recordó ayer el sesenta aniversario del natalicio del héroe sampedreño Fernando Fabián Zarzoso, quien ofrendó su vida sirviendo a la patria durante el hundimiento del Crucero General Belgrano, el 2 de mayo de 1982. Tenía por aquel entonces 19 años. Malvinas es más que un sentimiento, es parte de la vida de cada argentino y es menester entonces no olvidar a aquellos hombres, a nuestros héroes que murieron para recuperarla.
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Con gran sentimiento, se recordó ayer el sesenta aniversario del natalicio del héroe sampedreño Fernando Fabián Zarzoso, quien ofrendó su vida sirviendo a la patria durante el hundimiento del Crucero General Belgrano, el 2 de mayo de 1982. Tenía por aquel entonces 19 años. Malvinas es más que un sentimiento, es parte de la vida de cada argentino y es menester entonces no olvidar a aquellos hombres, a nuestros héroes que murieron para recuperarla.
Uno de esos héroes nació en este verde solar sampedreño. Fernando Fabián Zarzoso nació el 26 de marzo de 1963, sus padres fueron Alfonso Zarzoso Lisdero y Gloria del Carmen Gómez. En la escuela provincial N° 2 "Domingo Teófilo Pérez" cursó sus estudios primarios y los secundarios en la escuela nacional de comercio "Dr. José Ingenieros", de la que egresó junto a su promoción 1980.
Se encontraba cursando el primer año de analista programador en Tucumán, cuando recibió la cédula de llamado al Servicio militar obligatorio, un 24 de septiembre de 1981. Para no interrumpir sus estudios, solicitó la prórroga que no le fue concedida.
El 2 de febrero 1982, junto a otros jóvenes jujeños, entre ellos el héroe sampedreño Roberto Enrique Sancho, orgulloso de poder servir a su patria, partió desde San Salvador de Jujuy rumbo a la Base Naval de Puerto Belgrano, en Punta Alta, Bahía Blanca. Fernando y Roberto fueron esos dos queridos jóvenes a los que este pueblo los vio nacer, correr por sus calles y un día los vio partir a cumplir con la patria.
El 26 de marzo de 1982 Fernando cumplía 19 años, no pudo comunicarse con su familia, estaba triste, hasta que a media mañana se produjo el milagro que transformó su tristeza en alegría, una carta llena de palabras de amor de mamá Gloria y papá Alfonso, como así también telegramas de tíos y amigos.
Los días se sucedieron hasta que llegó aquel martes 13 de abril de 1982, en que el crucero zarpaba de la base. Fernando escribió a su familia desde Ushuaia, sus palabras ya fueron un vaticinio, "pase lo que pase no me olviden nunca". Pese a la desolación que sentía, Fernando intentaba reconfortar a sus padres, "no miren la televisión, no escuchen la radio, todo va a salir bien, hay que tener fe, mucha fe". Ese fue el último pedido que hizo a sus padres.
El 2 de mayo de 1982 un hecho inesperado al que nunca le encontraremos una verdadera razón sacudió las fibras más íntimas de todos los argentinos, un submarino nuclear atacó el ARA General Belgrano. La explosión provocó el hundimiento casi inmediato del crucero. Nadie podía creerlo, todos pensaban que únicamente los soldados que se encontraban en Malvinas corrían peligro de muerte, pero no ellos.
Después de esa noticia, las lágrimas y el dolor se estamparon en los rostros de miles de familias argentinas, la esperanza no dio lugar al sueño ni al cansancio. Las horas y los días pasaron, algunos volvieron y su presencia devolvió la alegría a muchas familias, otros, un total de 323 soldados no regresaron nunca.
La ausencia de Fernando abrió una herida profunda que se transformó en una cruz permanente, en tinieblas que oscurecieron el alma. El intendente municipal y un representante del Ejército comunicaron el fallecimiento a sus familiares, entregándoles una nota de la Armada Argentina, fechada el 11 de mayo de 1982.
Post mortem, recibió el Diploma del Congreso de la Nación a los combatientes Ley 23.118, Medalla de la Nación Argentina al Muerto en Combate y Medalla del Congreso de la Nación a los Combatientes. La Municipalidad de San Pedro de Jujuy impuso el nombre de Fernando Fabián Zarzoso a una calle del barrio Patricios Nuevo. La Municipalidad de San Salvador de Jujuy impuso el nombre de Fernando Zarzoso a una calle del barrio Malvinas Argentina, a fin de honrar su memoria. Su nombre figura en el Monumento a los Caídos en Malvinas en la plaza San Martín, Buenos Aires.
El Servicio de Hidrografía Naval designó con los apellidos de los 323 héroes del Crucero General Belgrano a accidentes geográficos de las Islas de Los Estados, esta realización significó perpetuar cada nombre a través de las cartas de navegación oficiales.
Con el paso de los años, se fueron sumando distintos homenajes en su ciudad natal como la imposición de su nombre a un barrio ubicado en el acceso sur, en otros puntos de la provincia y del país, todos con el sólo objetivo de tributar el más justo y sentido homenaje.