Amadeo Morales llegó al mundo el 27 de septiembre de 2012. A través de un parto normal, Noemí Poclaba dio a luz a este niño que vendría con un poder fuerte de convicción y una personalidad segura.
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Amadeo Morales llegó al mundo el 27 de septiembre de 2012. A través de un parto normal, Noemí Poclaba dio a luz a este niño que vendría con un poder fuerte de convicción y una personalidad segura.
"Me dijeron que había nacido con mielomeningocele. Yo no sabía qué era. Así estuvo internado un mes. El diagnóstico me sorprendió porque previamente no me lo dijeron", dijo Poclaba, que se convirtió en una madre atenta y cuidadora de este pequeño ser, el cuarto entre sus cinco hijos.
Con una columna que no se había terminado de desarrollar pero muchas ganas de vivir, el niño fue creciendo con la contención y el amor de su familia, pese a esta condición. "Para mí era nuevo, cuando los médicos me explicaban era una mamá que no entendía bien hasta que supe que caminar, para Amadeo, iba a ser difícil y tuve que dedicarle mi tiempo completo por diez años", indicó esta madre que contó con el apoyo de sus cinco hijos, tres mayores que Amadeo y Felipe, el menor de todos. Es así que gracias a los especialistas, ella fue investigando y, a la vez, conociendo a otras madres que se encuentran atravesando la misma o similar situación.
Viajaron a Tucumán para mejorar su tratamiento y se dieron cuenta que él no era el único niño con esta condición. Pero sus primeros años de vida fueron complicados porque hubo que llevarlo al fisioterapeuta en numerosas ocasiones para que pueda erguirse con ayuda. "Es difícil para mí como madre pasar por esto, es una enseñanza que después de un tiempo se sobrelleva. He visto casos similares, pero uno lo tiene que aceptar para salir adelante", comentó esta mujer que insta a sus hijos a la hermandad sana entre sí.
"Siempre les digo que tenemos que ser unidos, porque -por ejemplo- yo no tuve padres, mi madre me abandonó a los dos años y a los 14 empecé a trabajar por un plato de comida", contó Noemí Poclaba, que junto a su familia vivía en Tilcara. Con el pasar del tiempo el bebé se volvió un niño que gateaba y llegó a utilizar el andador hasta que empezó su edad escolar.
En Tilcara asistió a la escuela 7 "Domingo Faustino Sarmiento", primero en silla de ruedas y después en andador. Entre las aulas y el patio, pasaba sus horas como estudiante que tuvo una experiencia destacada a nivel nacional, ya que cada mañana las cámaras de Todo Noticias se encendían para mostrar a los niños de esta institución educativa que sostenían carteles con mensajes positivos. Así Amadeo se hizo famoso en el programa "Tempraneros", conducido por Sergio Lapegüe, quien los saludaba desde Buenos Aires. "Siempre lo buscaban y todavía me preguntan por mi hijito. Lo mostraban como un ejemplo de que se puede lograr todo en la vida", aseguró.
"Sin tomar en cuenta 'el qué dirán', le enseñé a ser fuerte y a defenderse respetuosamente", dijo. Hasta que el deporte llegaría a movilizar a este niño, otorgándole un giro de 360 grados a su existencia.
A los cinco años acompañó a su primo al Club Atlético Terry porque se disputaba un partido de básquet. Allí, el profesor Bruno Martínez lo invitó a jugar y se desplazó en su silla de ruedas para integrarse al juego. Al finalizar la práctica, él mismo le dijo a su mamá que el básquet es todo lo que quería hacer, y desde ahí no paró.
"Siempre iba al club para aprender", expresó Poclaba, quien tuvo que decidirse por un cambio de domicilio, de Tilcara a capital, necesario para mejorar el tratamiento. Madre e hijo tenían que viajar de manera constante al fisioterapeuta y a la revisión médica.
Entonces para que el niño no dejara de jugar, ella lo inscribió en un equipo de la Unju. Ya instalados en San Salvador, Amadeo continuó con sus prácticas. Es así que se organizó un encuentro de deporte adaptado y el pequeño jugó frente al profesor Gustavo Lemos. "El 'profe' me preguntó si podía entrenarlo porque juega muy bien", expresó esta madre que ahora lo traslada a Palpalá para que practique junto al equipo de Jujuy Básquet, en la modalidad de deporte adaptado.
Hoy sigue entrenando y es un niño que recibe el cariño de sus compañeros de grupo y se esfuerza por aprender cada vez más. "Yo lo apoyo. Él con el deporte se siente feliz, libre. Antes cuando era chiquito me decía: '¿Por qué yo no puedo caminar o saltar como los otros chicos?' y eran preguntas que ni yo misma me podía responder. Hoy le digo que piense y vea que no es el único, que hay muchos niños como él y adultos que tienen posibilidades de crecer a través del deporte", explicó. En la actualidad, Amadeo Morales es un niño que cursa el 5° grado en la escuela 100 "Francisco de Argañaraz" y tiene buenas calificaciones, sobre todo en Lengua.
"Sus maestras lo quieren mucho, las de Tilcara y las de aquí, los médicos del hospital están siempre pendientes", detalló Poclaba. Así que este deportista en formación tiene una vida muy activa, contenido por una familia que le brinda amor y la disciplina de sus amores que lo lleva a entrenar con entusiasmo de 11 a 13, en el estadio Olímpico. "En la casa tiene su aro para encestar y practica todo el tiempo, sólo descansa cuando hace su tarea. Después todo el tiempo es practicar", aseguró la mamá que lo acompaña mensualmente a sus chequeos y a la revisión general de sus músculos. "Hacer deporte está bueno, quiero seguir en el básquet porque me gusta mucho y sé que me hace bien", expresó Amadeo Morales, ante lo que su madre se sintió tan emocionada como orgullosa por ver en su hijo todo un ejemplo de esfuerzo y superación.