Hay una casa en el corazón de todos, una continuación de aquella que nos vio nacer y que sueña vernos crecer, desplegar nuestras alas y ser personas de bien. En San Pedro, una de esas casas cumplió 75 años de entrega fecunda, la escuela de comercio "Dr. José Ingenieros". Y muchos de aquellos que transitaron por sus aulas estuvieron marcados por la identidad de ser alumnos o exalumnos de esa casa de estudios para celebrar con júbilo las Bodas de Diamante.
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Hay una casa en el corazón de todos, una continuación de aquella que nos vio nacer y que sueña vernos crecer, desplegar nuestras alas y ser personas de bien. En San Pedro, una de esas casas cumplió 75 años de entrega fecunda, la escuela de comercio "Dr. José Ingenieros". Y muchos de aquellos que transitaron por sus aulas estuvieron marcados por la identidad de ser alumnos o exalumnos de esa casa de estudios para celebrar con júbilo las Bodas de Diamante.
EL sector cívico de la plaza General Manuel Belgrano fue el escenario central para la ceremonia, y todo el espacio verde hasta las calles Alsina y Mitre, se vieron colmadas de rostros juveniles, de otros marcados por el tiempo, pero unidos por el sentimiento que permanece a través de los años por su querida escuela.
El acto que contó, además, con la presencia de autoridades educativas, municipales, del Concejo Deliberante y religiosas, se inició con la presentación de las banderas de ceremonia Nacional y de la Libertad Civil portadas por los abanderados de los tres turnos de la institución. Luego de la entonación del Himno Nacional y del Himno al Éxodo, se hizo un minuto de silencio por miembros fallecidos de la institución.
Fueron varios los oradores que con sentidas palabras se refirieron a tan importante fecha y pasearon por el libro de la historia vivida en primera persona, entre ellos el profesor Santiago Pinasco, la directora Patricia Duarte, la exdirectora Ángela Melano, los supervisores Celestino Gramajo y Ricardo Acosta y el presidente del Concejo Deliberante Cristian Aguirre.
En su alocución, el docente Santiago Pinasco remarcó la emoción de ser protagonista de tan cara celebración. "Siento una emoción muy fuerte porque a la escuela la llevo en mi corazón. Prácticamente me vio nacer y recorrer sus aulas a la par que las transitó mi padre. La vida me dio la oportunidad de seguir recorriéndola. La presencia de nuestra institución caló hondo en el desarrollo de nuestra ciudad. Nació en un momento donde el gran crecimiento del comercio requería de una institución educativa como esta, que asumiera el desafío de formar técnicos contables para cubrir todas las necesidades que la actividad mercantil exigía. Aquí, valiosas personas construyeron, día a día, la identidad de una institución que hoy vive y late en el imaginario sampedreño recibiendo el prestigio que se supo ganar gracias al compromiso, al valor, al trabajo en equipo y a la responsabilidad de creer que la educación con orientación mercantil es una pieza fundamental para el engrandecimiento de una comunidad", dijo Pinasco.
En otro párrafo, agradeció a los fundadores de la escuela que tuvieron y se propusieron la misión de construir la educación mercantil al escuchar la demanda de una sociedad en pleno auge. "Quiero agradecer también a todos los que, en estos años, construyeron el camino que nos lleva a encontrarnos con una escuela plena, orgullosa y pujante. Y tampoco olvidar a quienes siguen construyendo la trama de nuestra querida institución, entendiendo al igual que aquellos fundadores, que el compromiso, el trabajo en común y la responsabilidad de saber cuál es nuestra tarea es la que seguirá engrandeciéndola tal como lo expresa la marcha de nuestra escuela", refirió al tiempo de expresar que la escuela tiene corazón.
"Nos transforma en leones. Nos nutrimos y nos fortalecernos de todas las personas que depositan en ella sus proyectos de vida, la adoptamos como parte de nuestra identidad y una vez que ingresamos nunca más dejamos de ser parte de ella. Nunca más dejamos de ser leones con marcas imborrables a flor de piel, en la vida de muchos de los que se formaron en estas aulas", finalizó.
La exdirectora Ángela Melano centró su relato en los diferentes edificios donde funcionó la institución. A su turno, la directora Patricia Duarte dijo que "son setenta y cinco años de vida formando jóvenes y adultos de nuestra ciudad y seguimos con la misma misión, seguir formando de manera integral. El eje principal de nuestra escuela es el aprender a emprender nuevos enfoques, nuevos diseños curriculares, nueva orientación pero con el mismo espíritu de siempre, crecer. Trabajar para que egresen alumnos que se van a insertar en la sociedad, formar buenas personas. Esta es nuestra gran misión y por eso también hoy estamos aquí", manifestó.
El Concejo Deliberante, a través de la resolución N° 2485/23, declaró de Interés Municipal el 75° aniversario de la Escuela de Comercio y a las actividades realizadas, copia que fue entregada a la directora del establecimiento.
Se distinguieron con reconocimientos a directivos, secretarios, docentes y preceptores jubilados de la institución. También a familiares de las autoras de marcha de la escuela Sara Vechetti y Elba Agüero; a los restauradores del busto de José Ingenieros, los artistas plásticos Cristian Lino, Fabricio Carrizo y Mabel Paredes; a la subsecretaria de Cultura del municipio, Norma Mazza, y a la periodista Nora del Rosario Ruiz; por la conducción del acto al exalumno el locutor Miguel Escalier; al IES N° 9, IES N°7, a la Unju y la Ucasal que colaboran en el trabajo conjunto y articulado con los estudiantes para la inserción en el nivel superior; a la Escuela Especial N° 5 por su compromiso y ayuda con los estudiantes con discapacidad; a la profesora Oriana Tolaba por su intensa labor en el campo de la Educación Sexual Integral y las políticas del embarazo no intencional adolescente; al alumno Néstor Gonza por haber dejado huellas imborrables y el ejemplo de que para el estudio no hay edad.
Asimismo, la institución recibió numerosos obsequios de las promociones 1958, 1980, 1982 y 1983, de la Secretaría de Desarrollo Humano, de los alumnos de intercambio, de docentes jubilados, entre otros. Luego, el padre Daniel Baca realizó una invocación religiosa y posterior bendición. El momento emotivo se vivió cuando el profesor José Miguel Gutiérrez cantó las mañanitas y el feliz cumpleaños que fue coreado por todos. El broche de oro fue el desfile del alumnado, directivos, profesores, personal de servicio y promociones.