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¿Por qué los legisladores son nuestros representantes?

Jueves, 25 de mayo de 2023 01:04

Cuando se procede a elección de concejales, diputados provinciales, diputados nacionales y senadores nos dicen que son nuestros representantes. La pregunta es ¿por qué son nuestros representantes? Si analizamos desde el inicio de las elecciones, nos presentan listas con una gran cantidad de nombres, algunos conocidos, otros no mucho y otros totalmente desconocidos. Obviamente los partidos políticos que proponen las listas, se supone, los conocen. La pregunta es ¿quién decide que estas personas deben estar en las listas y finalmente serán nuestros representantes? El pueblo nunca es consultado para definir los nombres, entonces, lo más lógico es pensar que no podrían ser "nuestros representantes".

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Cuando se procede a elección de concejales, diputados provinciales, diputados nacionales y senadores nos dicen que son nuestros representantes. La pregunta es ¿por qué son nuestros representantes? Si analizamos desde el inicio de las elecciones, nos presentan listas con una gran cantidad de nombres, algunos conocidos, otros no mucho y otros totalmente desconocidos. Obviamente los partidos políticos que proponen las listas, se supone, los conocen. La pregunta es ¿quién decide que estas personas deben estar en las listas y finalmente serán nuestros representantes? El pueblo nunca es consultado para definir los nombres, entonces, lo más lógico es pensar que no podrían ser "nuestros representantes".

Las personas que emiten "votos en blanco" y las que no se presentan en los comicios, conscientes o no, en principio no están de acuerdo con el candidato a gobernador o presidente, tampoco con los posibles representantes. Los ciudadanos que asisten a la votación eligen alternativas de listas con candidatos por afinidad o simpatía con algún partido político.

Nuestros supuestos representantes, cuando ocupan los cargos, es posible que no tengan registrado la obligación de trabajar para la sociedad, porque no fueron elegidos directamente por la gente, por lo tanto deben responder a quienes los pusieron en la lista de votos o al partido político que representan, que por supuesto no somos los ciudadanos. En consecuencia, ¿cuál sería el compromiso con la sociedad?

Los candidatos a gobernador y presidente de la Nación serían los únicos a los cuales elige o no el ciudadano, porque hacen conocer con suficiente tiempo sus intenciones de ser candidatos y las propuestas políticas que beneficiarían a la sociedad, pero muchas veces, tampoco pueden cumplir con las propuestas, tal vez por diferentes compromisos que la ciudadanía desconoce. Tal vez se rodean de funcionarios que no comparten la mirada del gobernador o del presidente.

El gobierno que asume el cargo después de las elecciones pareciera trasladarse a un ambiente no previsto, porque no solo debe interactuar con su partido político, sino además con los otros partidos que llegaron al Parlamento. Allí pueden ocurrir dos cosas: si el partido del presidente tiene mayoría en las cámaras, puede proceder con favoritismos para sectores minoritarios de la sociedad, beneficiar a su línea partidaria o tomar decisiones que no fueron propuestas en la campaña política, entonces, el panorama para la ciudadanía es complicada. Si el presidente no tiene mayoría en las cámaras, cada partido intentará sacar el mejor provecho para bien o mal de la gente y del partido que representan y por supuesto el tironeo de las distintas fuerzas, finalmente terminará mal porque difícilmente habrá acuerdos y nuevamente el panorama para la sociedad se complica.

En las elecciones cada dos años, para renovar senadores y diputados, nuevamente tenemos listas con candidatos seleccionados, no sabemos por quién o quiénes. A esto se suma otro misterio, supongamos que una provincia debe reemplazar cuatro diputados y un partido político tiene candidatos con suficiente trayectoria y apoyo de la mayoría ciudadana para ganar los cuatro diputados, sin embargo, los nombres propuestos son mitad reconocidos y mitad desconocidos o con poco consenso. Esto hace sospechar que podría existir algún acuerdo con otras fuerzas políticas para compartir los cargos.

Si bien todos los partidos políticos actúan bajo el manto de la Democracia y la Constitución, algo no están haciendo bien, mientras tanto, los argentinos no encontramos el rumbo. Tal vez porque son representantes políticos y no "nuestros representantes".