El licenciado en genética de Inta Cerro Azul de Misiones, Eric Stolar, visitó junto a su par de Inta Yuto, Jujuy, el Instituto de Horticultura del Sur de Vietnam (Sofri, por su sigla en inglés), cuyos referentes vietnamitas pronto llegarán a la provincia. En la oportunidad, tuvieron un intercambio de experiencias con investigadores. Stolar, además, dio cuenta de las implicancias de la aparición del virus del anillado en cultivos de papaya, que se producen también en Jujuy, y el modo de abordar esta limitante.
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El licenciado en genética de Inta Cerro Azul de Misiones, Eric Stolar, visitó junto a su par de Inta Yuto, Jujuy, el Instituto de Horticultura del Sur de Vietnam (Sofri, por su sigla en inglés), cuyos referentes vietnamitas pronto llegarán a la provincia. En la oportunidad, tuvieron un intercambio de experiencias con investigadores. Stolar, además, dio cuenta de las implicancias de la aparición del virus del anillado en cultivos de papaya, que se producen también en Jujuy, y el modo de abordar esta limitante.
Stolar explicó que del 20 al 24 de febrero estuvo junto a la ingeniera Carina Armella de Inta Yuto, en la 1º Misión al Southern Horticultural Research Institute (Sofri) que es el Instituto de Horticultura del Sur de Vietnam de la República Socialista homónima. "Estuvimos recorriendo las instalaciones, dialogando e intercambiando experiencias con investigadores y directivos de los distintos departamentos", explicó. Se refirió así a la misión internacional a Vietnam, realizada en virtud del Fondo Argentino de Cooperación Sur y Triangular de "Cooperación en fruticultura tropical".
Por ello recordó que en unos meses los vietnamitas llegarán de visita a la experimental del Inta en Yuto, para brindar capacitaciones sobre frutas tropicales, que Stolar ya estuvo observando, tanto los cultivos, pitaya, mango, ananá, banano y maracuyá.
"El principal objetivo de este proyecto que se conoce como Foar Fondo Argentino de cooperación Sur y Triangular, que administra el Ministerio de Relaciones y Culto de Argentina, busca los intercambios de conocimientos, a partir de técnicos argentinos de distintos países, y los técnicos de esos países hacia la Argentina", precisó Stolar. En esa oportunidad, conversaron con los referentes de los departamentos de protección vegetal, de plagas y enfermedades, de mejoramiento que realiza las nuevas variedades; y quienes manejan los cultivos del departamento de agricultura, con la parte de biotecnología, de poscosecha y vinculación tecnológica, para aprender de ellos.
Por otra parte, Stolar se refirió a una de las limitantes en la producción de papaya en Misiones, la enfermedad causada por el virus del anillado. El especialista con veinte años de experiencia en frutos tropicales y de estación, sostuvo que si bien no tiene cura posible, trabajan en retrasar la aparición de los síntomas algo que compartió en Jujuy pese a que en esta provincia no es un problema y tiene gran potencial.
Sobre el virus del anillado, Stolar enfatizó que a diferencia de las plagas y hongos que se pueden combatir con fungicidas, en el caso de esta virosis sólo queda eliminar las plantas. Sostuvo que se debe partir de plantines sanos, por lo que el material de vivero es crítico.
También recomendó que en el sembradío, cada dos o tres rayas o líneas de papaya se debe implementar otras dos o tres de sorgo, caña o maíz, la última más usada. La virosis es transmisible por los pulgones y la idea es que se limpie de las virosis en el maíz. Otros síntomas en tallo y hojas son una mancha traslúcida similar al aceite; y en flores y frutos otras en forma de semicírculo, paréntesis o círculo que le da nombre y se da cuando el fruto está de color amarillo.
Al progresar la enfermedad hay menor cantidad de hojas, son más cortas, adquieren una coloración verde-amarillenta; y se deforman causando "ahilamiento" de sus lóbulos. También hay menor número de frutos cuajados, muchos quedan pequeños y deformes, cayendo así los rendimientos.
"En nuestra zona, si esta enfermedad ingresa previo a la floración, en una etapa muy temprana del cultivo, las pérdidas llegan a ser casi totales. Luego en la medida que aparece cuando ya hay fruto formado, las pérdidas van a ser menores, y la fruta se puede cosechar y mandar a industria, no tiene consecuencias para la salud humana, solo afecta a las plantas", explicó.
Consultado sobre cómo afectó la sequía, explicó que en Misiones hubo disminución de cultivos y en frutales pérdida de rendimiento por bajos calibres y problemas de translocación de la planta; y luego de normalizarse las lluvias comenzaron a aparecer frutas rajadas.
Buen rendimiento de la planta
Para el cultivo se introducen semillas de buena calidad, algunos para el consumo fresco y para la industria de alto rendimiento, aunque Stolar aclaró que para lograrlo deben acompañar con un buen manejo agronómico por ser una planta exigente desde la nutrición, disponibilidad de agua y manejo sanitario. “Cuando ajustamos el manejo, esta planta responde muy bien”, explicó.
En tanto, en Jujuy el cultivo de papaya lo producen pequeños y medianos productores, con un mayor porcentaje de comercialización para industria y otra parte para fruta fresca, se incorporaron genotipos nuevos y se amplió el consumo en fresco que tiene mejor precio. Hace más de veinte años en Inta Yuto trabajan en la introducción y evaluación de esta fruta, híbridos con un alto valor genético, de buena calidad y altos rendimientos con buena adaptación a la zona.
Los mercados principales son San Salvador de Jujuy, Perico y Salta, y el resto va para la industria. Requiere mucha agua por lo que la sequía lo afectó como a tantos otros. Hoy la producción del país no llega a abastecer el mercado, se importa especialmente de Brasil. Hay cerca de 450 hectáreas, en Salta 35 y 40 en Jujuy de superficie y produce cerca de 200 toneladas, con buenas perspectivas.