Luego del reciente diagnóstico de leishmaniasis visceral canina, una especialista del Instituto Nacional de Medicina Tropical de Tucumán y del Instituto Malbrán explicó que no significa que pueda haber un brote debido a que en Jujuy no hay registro de la presencia del mosquito vector que transmite el parásito que lo causa, Lutzomyia longipalpis. Si bien hubo casos en el NEA, Salta y Santiago del Estero, coincidió en que se debe observar y continuar el alerta.
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Luego del reciente diagnóstico de leishmaniasis visceral canina, una especialista del Instituto Nacional de Medicina Tropical de Tucumán y del Instituto Malbrán explicó que no significa que pueda haber un brote debido a que en Jujuy no hay registro de la presencia del mosquito vector que transmite el parásito que lo causa, Lutzomyia longipalpis. Si bien hubo casos en el NEA, Salta y Santiago del Estero, coincidió en que se debe observar y continuar el alerta.
Las leishmaniasis son enfermedades infecciosas producidas por parásitos llamados "leishmania" y transmitidas al humano por un insecto "flebótomo" que en el caso de la visceral es Lutzomyia longipalpis.
Planteó que, en realidad, hay un par de vectores responsables de transmitir la leshmaniasis cutánea, que es la que siempre tuvo Jujuy, y que está presente en toda el área denominada Ramal que incluye Pampa Blanca, de donde es el perro confirmado positivo en leishmaniasis visceral.
"En esa zona y en Jujuy en general, y en los últimos muestreos que hice, todavía no se detectó el vector del parásito de la leishmaniasis visceral, lo cual nos favorece", afirmó la doctora Gabriela Quintana, del Instituto Nacional de Medicina Tropical, sede Tucumán, quien también se desempeña en la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (Anlis), Malbrán, Conicet y en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). La especialista en leshmaniasis desestimó que pueda haber circulación del parásito, pese a que se haya confirmado un caso de leishmaniasis visceral canina, debido a que no está el mosquito vector.
"Hasta el momento entre las especies que se han encontrado en la zona, no está la especie vector de este parásito de la leishmaniasis visceral", explicó Quintana.
Sucede que las dos leishmaniasis, cutánea y visceral, tienen distintos parásitos y tipos de insectos que lo transmiten. En el caso de reservorios, animales fuente del parásito, en el caso de la leishmaniasis visceral es el perro que fue confirmado en Jujuy. Sin embargo, explicó que tendrían que estar todos los eslabones para que pueda darse la transmisión autóctona en humanos.
"Podemos encontrar perros positivos para leishmaniasis visceral desde La Quiaca hasta Ushuaia, lo que no significa que haya transmisión ni circulación del parásito. En Jujuy, deberíamos estar tranquilos porque todavía no está el principal vector que lo transmite", aclaró y aseguró que de igual modo hay que estar alerta.
La especialista explicó que trabajó en Jujuy en distintos roles, inclusive durante el brote de 2018, y actualmente continúa en comunicación con el Ministerio de Salud, por lo que aseguró que desde Zoonosis de la provincia se está haciendo un estudio de foco con los perros.
Dijo que esta época no es apta para trabajar con el mosquito vector, que son flebótomos, debido a que ya empezó el frío, pero aseguró que en la nueva temporada, entre octubre y noviembre, vendrá a Jujuy para hacer nuevas capturas y determinar qué especies están presentes.
"El hecho de que un perro, que es un caso autóctono, tenga el parásito significa que se debe estar alerta y vigilar", afirmó pero aclaró que no significa que se pueda dar un brote de leishmaniasis visceral en humano, que si bien es más peligrosa, no es la idea asustar.
Por ello, precisó que hay transmisión autóctona en humanos en la zona de Noreste, mientras en el NOA se detectó y confirmó casos humanos en Salta y Santiago del Estero. Enfatizó que tanto en Jujuy como en Salta, hubo casos sospechosos pero terminaron siendo desechados.
Especificó que en el caso de leishmaniasis visceral, el mosquito vector se llama Lutzomyia longipalpi, que es bastante agresiva, y nunca estuvo en Jujuy. Recordó que en su experiencia laboral en Jujuy como docente de la Facultad de Ciencias Agrarias, tenían proyectos de vigilancia sobre todo en Acheral, San Pedro, Ledesma, Yuto, Caimancito, Aguas Calientes y Manantiales y hasta el momento no capturaron ese insecto vector.
Explicó que dicha enfermedad zoonótica tiene mayor letalidad si no se trata, sin embargo aseguró que los sistemas de salud están preparados para abordarla, y están más alertas por ser endémicas.
Se registró en varias provincias
La especialista Gabriela Quintana explicó que la leishmaniasis visceral como se la conoce ahora, como un componente urbano, aseguró en el país surgieron los primeros casos en el 2006 en Misiones en humanos y caninos. Desde entonces comenzó a dispersarse el vector, sobre todo en la región Noreste donde hubo varios brotes; mientras en el NOA solo hubo en Salta. Explicó que los casos que no se pudieron comprobar, pudo haber sido que se haya visceralizado la leishmaniasis cutánea si la picadura se da en la región cercana de las mucosas, pero la especialista aclaró que no significa que sea la parálisis de la visceral. En las personas, la enfermedad se produce cuando un mosquito se alimenta de la sangre de un perro infectado con el parásito y luego pica a una persona, no se transmite de persona a persona ni por el contacto directo con los animales.
En los perros, la infección ocurre por la picadura de un mosquito infectado, pero también hay otras vías de transmisión como la venérea, apareamiento y a través de la madre. Ante el caso confirmado, Salud declaró la intensificación de la vigilancia, sensibilización de los equipos de salud humana y veterinaria para la detección precoz, de posibles casos humanos y caninos; vigilancia del reservorio y búsqueda del vector (mosquito) de leishmaniasis visceral. En las personas, la enfermedad genera fiebre prolongada, aumento del tamaño del abdomen, pérdida de apetito y de peso, tos seca, diarrea y vómitos, anemia e ictericia.