Los riñones son órganos determinantes para el organismo, debido a que cumplen diversas funciones y una de las más importantes es filtrar y mantener la sangre libre de desechos provenientes de los alimentos.
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Los riñones son órganos determinantes para el organismo, debido a que cumplen diversas funciones y una de las más importantes es filtrar y mantener la sangre libre de desechos provenientes de los alimentos.
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, se encargan también de eliminar el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales tales como sodio, calcio, fósforo y potasio en la sangre.
Cuando una persona se enfrenta a un daño renal, normalmente no se da cuenta debido a que avanza de manera progresiva, provocando que los desechos se acumulen en el cuerpo. Cuando los riñones fallan es posible que la persona requiera someterse a diálisis o a un trasplante para mantener su salud.
En las fases iniciales de las enfermedades renales normalmente no se presentan síntomas, indican los especialistas. Esto se debe a que estos órganos siguen trabajando lo suficiente, por lo que el paciente se siente bien. En muchos casos, la única manera de saber si se tiene algún problemas en estos órganos es hacerse una evaluación con pruebas de sangre y orina.
Para prevenir que se presenten afecciones renales uno de los aspectos clave es la alimentación y para ello se debe tener en cuenta no solo lo que se come, sino la forma en que se preparan los alimentos.
Guía para tener en cuenta
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales hace las siguientes recomendaciones para comer correctamente y cuidar los riñones y el primer paso es escoger y preparar alimentos con menos sal y sodio.
Comprar alimentos frescos. El sodio (una parte de la sal) se añade a muchos alimentos preparados o empacados que se compran en el supermercado o en los restaurantes.
Cocinar los alimentos desde cero en lugar de recurrir a los preparados, comidas “rápidas”, congelados y enlatados que son altos en sodio. Cuando la persona prepara su propia comida, puede controlar lo que le pone.
Usar especias, hierbas y condimentos libres de sodio en lugar de la sal.
Revisar el sodio en la etiqueta de la Información Nutricional de los empaques de comida. Un valor diario de 20 % o más significa que el alimento es alto en sodio.
Probar las versiones bajas en sodio de las comidas congeladas y otros alimentos fáciles de preparar.
Lavar con agua los vegetales, fríjoles, carnes y pescados enlatados antes de comerlos.
Un segundo aspecto a tener en cuenta son las porciones y el tipo correcto de proteínas. Esto debido a que cuando el organismo utiliza proteínas, produce desechos y son los riñones los encargados de eliminarlos. Comer más proteínas de las que se requieren puede hacer que los riñones trabajen más. Lo aconsejable es entonces:
Comer porciones pequeñas de alimentos protéicos.
Las principales proteínas de origen a animal que se pueden incluir en la dieta son: pollo, pescado, carne, huevos y lácteos. Una porción cocida de pollo, pescado o carne debe ser de alrededor de dos o tres onzas. En cuanto a proteína vegetal se pueden ingerir fríjoles, nueces y granos.
Alimentos saludables para los riñones
Frutas y verduras: Estos alimentos favorecen la función depuradora de este órgano, ya que muchas de ellas son ricas en potasio, que aumenta la producción de orina. Sin embargo, una publicación de Alimente, sitio web de estilo de vida del diario El Confidencial de España, asegura que se debe tener cuidado con algunas como el plátano, la patata o las algas.
Pescado azul, frutos secos y legumbres: estos productos son favorables para el correcto funcionamiento del sistema renal porque tienen muchos beneficios para controlar el colesterol, lípido que tiene incidencia tanto en los riñones como en el corazón. Es recomendable usar aceite de oliva para cocinar, porque mejora la circulación sanguínea y disminuye la presión arterial.
En general, los expertos recomiendan consumir alimentos saludables para el corazón, para evitar que la grasa se acumule.
Comer alimentos a la parrilla, asado, rostizado o salteados en lugar de fritos.
Cocinar con aceite en aerosol antiadherente o una pequeña cantidad de aceite de oliva en lugar de mantequilla.
Eliminar la grasa de la carne y remover la piel de las aves antes de comerlas.
Tratar de limitar las grasas saturadas y trans.
FUENTE: SEMANA