Buena energía, malabares y sabores sofisticados logran mezclarse en infinitos cocteles de color, gracias a la habilidad de David Rose, un jujeño reconocido a nivel internacional por su arte espectacularmente inquieto.
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Buena energía, malabares y sabores sofisticados logran mezclarse en infinitos cocteles de color, gracias a la habilidad de David Rose, un jujeño reconocido a nivel internacional por su arte espectacularmente inquieto.
Viajar por diferentes países es una actividad que realiza desde hace catorce años para ofrecer presentaciones como bartender profesional.
Él explora el planeta mientras ofrece su universo de conocimientos a través de una asesoría valorada por sus clientes. Pero todo camino tiene un inicio. Gracias a su hobby, que es el de realizar malabares con botellas y utensilios de bar -flair bartending-, llegó a competir a nivel provincial, nacional y mundial. Por esta destreza innata es el actual propietario de una escuela de bartenders en Miami y de otra en Atlanta. "Me formé en Río de Janeiro, Brasil; donde viví dos años para luego especializarme en diferentes países con los mejores maestros del mundo, desde 2009 a 2011", expresó David Rose quien, en la búsqueda de su vocación, logró algo más que preparar tragos. Y es que para emprender sus escuelas, no bastó sólo con saber desempeñarse en una habilidad, hoy es consultor y cuenta con una diplomatura en Coaching.
"Estudié en dos escuelas de coaching de Jujuy donde agradezco infinitamente a mis maestros y, aquí en Estados Unidos, con 'Tony' Robins me sigo capacitando", expresó este jujeño que también estudió desarrollo personal, desde hace más de diez años. Así se encuentra logrando esos niveles y objetivos de vida que tanto buscaba.
"No basta sólo con ser bueno en una profesión", confesó quien aspira a ser más espiritual. Para este habitante del mundo, su lugar es aquél en donde se sienta bien consigo mismo. "Todo puede salir bien o mal, pero debemos valorar lo que somos y agradecer lo que tenemos; poder ver, escuchar, respirar, dar y recibir amor", explicó Rose revelando este pensamiento tan especial que lo llevó a ver la vida como un regalo. "Aprecio más si busco evolucionar y que me vaya bien en todo lo que hago, pero hoy disfruto más del trayecto que de cumplir la meta", afirmó este hombre que reside entre Atlanta y Miami por trabajo. Motivado por su experiencia personal, descubrió que, en la ciudad más famosa de Florida, se valora más su profesión. "Después de seis años de ir y venir, es hoy recién que pude establecerme en todo sentido aquí. No fue fácil, pero puedo vivir de mi pasión".
Al inicio la incertidumbre se presentó, pero nunca el miedo. "Viví en Villa Florida en mi niñez y luego en Alto Comedero. Creo que el barrio y las experiencias de vida me prepararon para todo. Soy un hombre de barrio. Tengo mi familia y amigos de toda la vida ahí, estoy orgulloso de mis raíces. Al llegar aquí me sentí preparado, pensando en que venga lo que venga lo voy a poder superar", aseguró.
En su día a día, no descansa. David Rose entrena para los torneos de bartenders, a la vez que coordina las clases de sus escuelas y hace una consultoría para una disco. "Mientras que en Argentina he creado un equipo de marketing para empresas con los que realizo acciones diarias; sigo con mis barras móviles y organización de eventos en Jujuy y Salta", dijo este profesional incansable que viajó algunas veces solo con un pasaje de ida y dinero para una semana, pero que supo salir adelante.
"Atlanta queda a dos horas de Miami y viajo para dar clases y de paso disfrutar. Me gusta mi vida así, viajando, trabajando de mi pasión", dijo el jujeño que comparte su labor con gran emoción. Y es que su alma trabajadora que hoy se luce en el exterior del país viene haciendo lo propio desde que era adolescente. "Desde los 13 años me gustaba ganarme mi dinero, cortando el pasto, ayudando a albañiles o vendiendo frutas por la calle. Entendí que puedo superarme de varias formas, esto me llevó a volverme un emprendedor nato", indicó Rose que vivió la buena y la no tan buena fortuna en sus emprendimientos. "Aprendí muchísimo y agradezco haber pasado por todo, ya que forjaron mi carácter para mantenerme emocionalmente estable, más aún, trabajando entre Miami y Atlanta donde ahora vivo mi forma de libertad", finalizó con una actitud optimista.
Mucho más que preparar un trago
El juego con las botellas hasta convertirse en trago es lo que el bartender profesional regala con la intención de llegar a deslumbrar la mirada de quienes lo vean. “Me gusta que la gente pase un buen momento y lo de hacer malabares es sólo una excusa para lograr mi objetivo que va más allá de sólo dar un trago.
Es lograr que la persona que se sentó a la barra viva una linda experiencia y se vaya con una sonrisa”, aseguró David Rose, el creativo que exhibió su arte en Jujuy -por supuesto- además de Buenos Aires, Punta del Este, Río de Janeiro, México, Ibiza, Las Vegas, Los Ángeles, Miami y Atlanta; entre otras ciudades.
Con una creatividad siempre latente, es el autor de un sinnúmero de tragos en diferentes bares alrededor del globo. “Los dejo en las cartas, al final de cuentas, nadie sabe quién los creó, así que no les pongo que son de mi autoría, sólo les elijo el nombre y que los disfruten”, explicó este jujeño especializado en tragos con frutas y hierbas. Es así que desde el ejercicio de su vocación, afirmó que el mojito cubano combinado con gin y frutas exóticas es el más pedido; así como también que a las mujeres les gustan aquellos que contienen helados.
Sin dudas, la experiencia de cada lugar lo motiva a tener que vivir su profesión como algo único e irrepetible. “Pienso que la vida está hecha de muchos ahora”, expresó Rose quien, aunque conozca mucha gente, se define como tímido. “Aunque suene contradictorio para mi profesión, disfruto mi labor de una manera grandiosa”, contó el coach que tiene la intención de transmitir al mundo las herramientas necesarias para el desarrollo personal.
“Este mes abriré un canal de Youtube y redes para comenzar el camino que tiene que ver con la evolución personal de manera gratuita para quien lo desee”, detalló. “Miami y Atlanta me gustan de manera top, por eso las elegí como ciudades para vivir. Atlanta tiene un crecimiento a nivel estado grandioso con miles de oportunidades y Miami tiene playas y todo el público latino con una energía y alegría única”, describió, anhelando expandir sus emprendimientos en otros países, siendo -un poco o muy- visionario al decretarlo como su futuro inmediato.