En Susques, desde varias jornadas atrás, en las madrugadas se registran temperaturas que rondan los -3 °C, congelando el agua que circula por las cañerías, como los líquidos cloacales que se vierten a las calles. Las familias para protegerse del intenso frío recurren a los braseros y estufas, provocando una considerable baja de la tensión y hasta el corte del servicio eléctrico.
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En Susques, desde varias jornadas atrás, en las madrugadas se registran temperaturas que rondan los -3 °C, congelando el agua que circula por las cañerías, como los líquidos cloacales que se vierten a las calles. Las familias para protegerse del intenso frío recurren a los braseros y estufas, provocando una considerable baja de la tensión y hasta el corte del servicio eléctrico.
"Ya estamos teniendo temperaturas bajas y es lógico porque estamos atravesando el otoño, pronto llegará el invierno, por lo que esperamos mucho frío, a pesar que tuvimos pocas lluvias. Aquí y en las zonas aledañas, las familias para protegerse usan braseros y las estufas", señaló la comisionada municipal, Laura Vásquez.
El artefacto eléctrico "genera problemas en la provisión de la electricidad y baja la tensión principalmente en el barrio La loma. El año pasado, entre las 19 y 20 se producían permanentemente corte de luz. Los focos alumbraban como un mechero o una vela, por suerte hasta ahora no tuvimos ese inconveniente", dijo.
En Susques, actualmente "se registran temperaturas de -3 ºC alrededor de las 5 de la madrugada. El agua en el pueblo amanece congelada, lo cual afecta seriamente las cañerías y grifería de las casas, a la vez provoca problemas en los sanitarios de las escuelas", afirmó.
Pero "el gran problema que tenemos es el de la cloaca", aseguró Vásquez.
La obra de instalación de la red cloacal en Susques comenzó en el 2000 durante la presidencia municipal de Irma Vásquez, y prosiguió en la de Orlando Cruz, concretándose un gran porcentaje, pero al finalizar su gestión, el proyecto se paralizó hasta el día de hoy.
"Cada vez que bajo a San Salvador de Jujuy voy a hablar al Ministerio de Infraestructura, donde me dicen que van a venir a ver, pero nadie llegó y así seguimos", se quejó la jefa comunal.
Relató que "la vez pasada se cayó un niño en la avenida Jujuy por el derrame del líquido cloacal. La baja temperatura congela el líquido sobre la calle, eso provocó que se resbalara golpeándose fuertemente la cabeza y eso comenté en el ministerio".
"Me dijeron que iban a mandar a la empresa para que finalizará el tema del bombeo, para nada aún". El planteo que dijo efectuó en el organismo provincial, fue aproximadamente 20 días atrás.
Contó que desde las 19, cuando regresa al pueblo el personal de las mineras y ocupa los establecimientos hoteleros, "utilizan los sanitarios y las duchas, entonces los fluidos cloacales comienzan a salir a la calle. Y cada vez es peor".
Los vecinos que viven sobre la avenida Jujuy son los más afectados, ya que en ella se produce el derrame. "No se puede almorzar por el olor a putrefacción que hay", y algo similar sucede en la calle Santo Domingo, a pesar de la tarea que realiza la Comisión Municipal, "igualmente el líquido permanentemente fluye".
Los desechos cloacales que se acumulan en la Jujuy, se desplazan posteriormente unos 50 metros hasta depositarse en el río Pastos Chicos, contaminando el trayecto y poniendo en riesgo la salud de los vecinos. "Es muy peligroso, además del olor".
El líquido que se deposita en la calle Santo Domingo se vierte por el nuevo loteo acumulándose en diferentes sectores de la calle. Y el viento que arrastra los residuos arrojados en la vía pública, se depositan en ese sector, por lo que "todos los días tenemos basura ahí".
Vásquez dijo que la problemática "se debe tratar urgentemente para evitar problemas en la comunidad".
En Susques, prácticamente la totalidad de las casas posen pozos ciegos. El resto están conectadas a la red, pero como no está finalizada la obra, es por esa razón que los líquidos se vierten a la calle.