Aunque se puede heredar, la presión arterial alta o hipertensión, como se describe su trastorno crónico, suele ser el resultado de un estilo de vida poco saludable, en el que una persona no realiza ejercicio con regularidad y consume en exceso alimentos o productos cargados de grasas dañinas y sodio.
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Aunque se puede heredar, la presión arterial alta o hipertensión, como se describe su trastorno crónico, suele ser el resultado de un estilo de vida poco saludable, en el que una persona no realiza ejercicio con regularidad y consume en exceso alimentos o productos cargados de grasas dañinas y sodio.
“La presión arterial es la fuerza de la sangre al empujar contra las paredes de sus arterias. Cada vez que su corazón late, bombea sangre hacia las arterias. Su presión arterial es más alta cuando su corazón late, bombeando la sangre. Esto se llama presión sistólica. Cuando su corazón está en reposo, entre latidos, su presión arterial baja. Esto se llama presión diastólica”, explica Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
“La presión arterial alta no tiene síntomas. Por ello, la única manera de averiguar si usted tiene presión arterial alta es a través de chequeos regulares cuando visita a su proveedor de atención médica. Su proveedor utilizará un medidor, un estetoscopio o un sensor electrónico y un manguito de presión arterial y tomará dos o más mediciones en citas médicas distintas antes de hacer un diagnóstico”, agrega la entidad.
Los niveles de este indicador en estado normal son menos de 180, para la presión arterial sistólica, y menos de 80 para la presión arterial diastólica. Si los valores sobrepasan en gran medida los números indicados se puede decir que una persona sufre de presión arterial alta o hipertensión.
Cabe mencionar que existen dos diferentes tipos de presión arterial. La primera de ellas es denominada primaria o esencial y suele desarrollarse a medida que una persona envejece. La segunda es la secundaria, que se da por el uso de algunos medicamentos en específico y por otras condiciones médicas.
Lo que sucede con la presión arterial es que cuando está en niveles muy altos el corazón debe trabajar más para bombear sangre a todas las zonas del cuerpo, lo cual aumenta el riesgo de ocasionar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Por eso, para mantener regulados los niveles de la presión arterial es de vital importancia que un individuo lleve una dieta alimenticia saludable, realice actividad física con frecuencia, tenga un peso corporal adecuado de acuerdo a su estatura, restrinja el consumo de alcohol, no fume cigarrillo y duerma entre 7 y 9 horas diarias.
Dos bebidas milagrosas
De igual manera, es necesario destacar que, en lo que corresponde a la buena alimentación, hay dos bebidas que figuran como un remedio perfecto para controlar los niveles de la presión arterial. Se trata del té verde y del jugo de remolacha.
“El té verde es una de las bebidas más recomendadas para controlar la hipertensión. Contiene compuestos antioxidantes, como las catequinas, que pueden ayudar a relajar los vasos sanguíneos y mejorar la circulación. Además, el té verde es bajo en calorías y puede ser una opción refrescante y saludable para incluir en la rutina diaria”, reseña la plataforma digital Soy Vida.
Por su parte, “el jugo de remolacha también se ha asociado con varios beneficios para mejorar la presión arterial del cuerpo. La remolacha es rica en nitratos, que se convierten en óxido nítrico en el cuerpo, una sustancia que ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y mejorar el flujo sanguíneo. Consumir jugo de remolacha de forma regular puede ser una estrategia efectiva para mantener la presión arterial saludable”.
Es de vital importancia que antes de beber el té verde y el jugo de remolacha, un especialista en el tema autorice a los pacientes, de acuerdo con sus condiciones de salud.