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25 de Abril,  Jujuy, Argentina
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“No puedo hacer teatro sin contar historias de ‘trabas’”

Hace diez años que está radicado en Buenos Aires, y veinte años que hace teatro. Y los celebra trabajando, creciendo, brillando. Es actor, director, dramaturgo, y en los últimos años se desarrolló como Dj. Militante del movimiento queer, no abandona la lucha y recuerda especialmente a Lourdes Ibarra, a casi dos años de su fallecimiento. Mantuvo una charla con El Tribuno para contar su actualidad.

Viernes, 02 de junio de 2023 00:58

Charlee comenzó a hacer teatro en el taller de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy, dirigido por el recordado Oscar López Zenarruza, y asegura que él fue su maestro, el que le enseñó a impostar la voz y otras posturas del teatro clásico que hoy sigue poniendo en práctica. En Jujuy, también fue fundador junto a Sergio Díaz Fernández, del grupo ADN (Arte de Nosotros) que hoy sigue vigente.

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Charlee comenzó a hacer teatro en el taller de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy, dirigido por el recordado Oscar López Zenarruza, y asegura que él fue su maestro, el que le enseñó a impostar la voz y otras posturas del teatro clásico que hoy sigue poniendo en práctica. En Jujuy, también fue fundador junto a Sergio Díaz Fernández, del grupo ADN (Arte de Nosotros) que hoy sigue vigente.

Hace diez años, está radicado en Buenos Aires, donde encontró su lugar en el mundo, y actualmente trabaja en el Espacio Felisa y en Fiesta Jolie (fiesta marica, queer, Lgtbiq).

Ya te asentaste en Buenos Aires...

Las raíces son de uno viene, por eso siempre van a ser de Jujuy y el norte. Es muy interesante lo que pasa con las personas que migramos desde el interior del país a Buenos Aires, hay como una red, y una comunidad muy fuerte.

Te recibieron bien...

Tuve la suerte de encontrarme con personas del ambiente de las que no me puedo quejar, ni en Jujuy ni acá en Buenos Aires.

¿Sentís que después de la pandemia, se reestructuró tu arte, tu forma de trabajar, o volviste a la normalidad?

A mí se me dio vuelta todo, porque yo tenía un trabajo que era de día, donde cumplía horario, un laburo fijo, que nada que ver con lo artístico. Al año de la pandemia me despidieron de ese trabajo, y entonces me metí de lleno a trabajar de lo otro que venía haciendo, que es pasar música (Dj) y formarme más en eso. Hace dos años que laburo sólo de noche, de miércoles a domingo, y descanso lunes y martes. Mi semana está cambiada.

¿Y cuáles son los gajes de trabajar por la noche?

Y tiene sus trampas, porque al ser Dj, por ejemplo, tenés que estar siempre muy arriba. Yo lo relaciono mucho con el teatro, con dirigir, porque de alguna forma dirigís el ritmo de la noche. Llego a casa entre las 6 y las 7, y necesito dos horas para “bajar la noche”, tomarte un tecito, comer algo, y recién dormirme.

¿Cuándo empieza lo de pasar música?

Me lo propuso una de las dueñas de Felisa, en un momento en que yo conducía los karaokes, como drag queen, y más o menos tenía idea de los momentos en que venía la cumbia, o el reggeatón, como que lo vas midiendo. Y cuando ella me pregunta un domingo a la mañana “¿te animás a pasar música?”, yo le digo “sí, ¿cuándo?”, y me contestó “esta noche” -ja, ja-. Fue así, de una. Me empecé a meter en la historia del ritmo, de la noche. Yo básicamente paso pop y mucho reggaetón. Tuve que amigarme con el reggaetón, no sólo por lo que significa, sino como el sentido de la fiesta es muy fuerte para los putos, las tortas, el movimiento marica, queer, porque somos una minoría muy golpeada. La fiesta siempre es lo que caracteriza al movimiento marica, entonces para mí es musicalizar los momentos que van a quedar en el recuerdo. Sigue estando mi militancia, la cosa fuerte de saber que soy una marica que está trabajando en lugares maricas, ocupando espacios maricas, ser un jujeño que está ocupando espacios que se ganó. La fiesta me ha permitido eso, sabiendo que hay muchos riesgos, pero que es un laburo. Aprendí a manejar consolas. Yo soy el Dj residente de la Fiesta Jolie y de Felisa, estoy de miércoles a sábados pasando música, y eso me da cierto entrenamiento, que también tiene que ver con lo teatral, en el sentido de estar ocupando el espacio, el escenario. El pasar música también tiene que ver con eso, soy más intuitivo y con el tiempo fui adquiriendo algunas cuestiones técnicas para mezclar la música, con los beats, con saber con qué podés mezclar las canciones. Si bien mi fuerte es lo teatral, hoy en día estoy siendo Dj, y tengo mucho respeto por eso, y por la gente que se ha formado para esto.

¿Por qué decís que tuviste que amigarte con el reggaetón? ¿Era una exigencia de la fiesta?

Porque yo en mi adolescencia, en los 2000, nunca escuché reggaetón. En mi primera juventud tampoco, y ahora me sé todo, sé cómo nace, que en sus orígenes tiene que ver con la militancia del rap, aunque después se fue deformando, y hoy en día habla de sexo y todo lo demás. Pero en un inicio, fue el latino diciendo cosas.

Hablame de la obra “Bailanta”, con la que estás en cartelera actualmente.

Sí, fue la primera obra que estrené pospandemia. Se estrenó en septiembre de 2021, y venimos haciendo funciones todas las semanas. Es la puesta pospandémica, a pesar de que después de la pandemia no tenía pensado hacer teatro, porque estaba más abocado a la cuestión audiovisual, terminando de editar el segundo corto que había quedado a medias que es “Putos”, después del primero que largamos que era “Fucking selfie”. La época de la pandemia quedó ahora tan lejana. Hablar de barbijos y de vacunos parece tan vintage. Y “Bailanta” es un homenaje a las que seguimos creando y al teatro, y además es mi acercamiento a la danza, porque dirijo a bailarinas. Es un reality show escénico. Es una línea en la que yo venía laburando y que está enfocada en el posdrama. Está pensada para el elenco que la está actuando, donde yo también me meto y actúo. Es un homenaje a hacerse cargo de la escena, haciendo lo que no te dice el mandato que tenés que ser. Los actores somos esas “mostras” y “mostros” que demostramos que el teatro sigue vivo. Seguimos haciendo teatro, después de pensar que el teatro se iba a morir. La dirijo, la escribí, y me meto un poquito a actuar en esta obra.

Pospandemia, ¿el público se volcó más a los espectáculos en vivo?

Puede ser que sí, pero en esta obra que hacemos hace dos años, sigue siendo un tema la convocatoria, porque hacemos teatro independiente. Por más que esté en Buenos Aires, yo sigo haciendo teatro under, desde la autogestión, que es un arma de doble filo, todo lo que hacés lo hacés laburando pero también cuestan el doble. Y si bien estamos en Felisa, que es un espacio de mucha visibilidad, y tuvimos algunos subsidios, sigue siendo difícil. Eso también generó la pandemia, el hecho de repartir más la torta, porque antes era siempre la misma gente la que recibía, y sobre todo las que hacemos teatro queer estamos más “marginades”.

Y algún proyecto nuevo...

Ahora estamos arrancando a ensayar “Hartazgo” que es una obra que se mete con la cuestión familiar, y va a transcurrir en 2001, con todo el estallido social que hubo, quiero hablar de eso. Me parece que mis obras tienen que meterse en otras cosas que no sea solamente el show. Es una familia venida a menos en 2001. B Sin abandonar la temática queer...

Sí, claro, no puedo hacer teatro sin contar historias de trabas y maricas.

Y por Jujuy, ¿cuándo vas a volver?

Siempre es un pendiente. No volví con mis obras o mi laburo. Pero tiene que ver con una cuestión económica, y como siempre fui una renegada de las cuestiones oficiales, me cuesta mucho eso. Por el momento, no lo tengo en mente, por esta razón. Siempre me sentí fuera de los circuitos oficiales. Igual, en algún momento volveremos.

El recuerdo de Lourdes Ibarra

“Antes de terminar, quisiera recordar a Lourdes Ibarra (militante del movimiento Lgtbiq y fundadora en Jujuy de la Fundación Damas de Hierro) -dijo Charlee durante la entrevista telefónicaque falleció hace casi dos años”. “Con ella laburamos un montón. Ella fue una de mis actrices fetiche en Jujuy. Si bien, ya no teníamos tanta relación cuando ella fallece, cuando yo me entero, me entristecí mucho”, dijo muy emotivo. “Para mí y para mi carrera, ella fue un gran aporte. Más allá de lo que significa hoy su nombre en la militancia, tuvo en sus inicios muchas puertas cerradas y muchos no. De un tiempo a esta parte, algunas cosas cambiaron, pero antes era muy difícil ser trans, ser marica, sobre todo en lugares pequeños como Jujuy. Serlo siempre es un acto de valentía. Y siempre hubo gente antes, que hicieron cosas, y entre ellas estaba Lourdes”, concluyó.