Transitando una nueva etapa de su vida en la que está más conectada con la espiritualidad y la naturaleza, Alicia Escobar, una vecina de las 117 Viviendas de Alto Comedero, limpia todos los días la plaza del barrio desde hace casi ya un año.
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Transitando una nueva etapa de su vida en la que está más conectada con la espiritualidad y la naturaleza, Alicia Escobar, una vecina de las 117 Viviendas de Alto Comedero, limpia todos los días la plaza del barrio desde hace casi ya un año.
Su amor por lo animales trascendió a las plantas al aprender que éstas son seres con espiritualidad elevada, que sienten y perciben todo como los humanos. Y es ante esta necesidad de pasar tiempo en contacto con la naturaleza que se propuso hacer de la plaza una lugar que invite.
Es que la vecina recuerda que cuando iba a pasear a sus perros (tiene nueve y la siguen muchos callejeritos a los que les da de comer) era muy triste ver tanta basura tirada, papeles, botellas, bolsas plásticas y hasta trozos de vidrio que no permitían una estancia placentera, sino todo lo contrario, era muy incómodo estar ahí.
APORTE NECESARIO | UNA DE LAS BOLSAS QUE LA VECINA DEJA PARA LOS RESIDUOS.
"Un día empecé a conectar con las plantitas y a tomar conciencia del daño que le estamos haciendo a la Madre Tierra que está muy lastimada por nosotros. Con cada papel que tiramos es como taparle los pulmones, y no la dejamos respirar", reflexionó.
Y fue así que este pensamiento la impulsó a ir por la mañanas a levantar toda la basura, cada papel y hasta colillas de cigarrillo. Puso bolsas fijas como cestos de basura (recicladas del alimento de sus perros) y los días que pasa el recolector de residuos las desocupa y embolsa para que sean llevadas.
ALICIA ESCOBAR
"Al principio me inhibí un poco por lo que la gente podía llegar a decir: 'esta loca que se pone a limpiar la plaza', pero después me puse a pensar en que la Madre Tierra también es un ser vivo y que nos tiene acogidos a todos. Y fue así que no me importó el qué dirán y continué", compartió.
La plaza, que es muy concurrida por vecinos de distintos barrios aledaños por ser bastante grande y contar además con una cancha de básquet, hoy en día se destaca entre las otras. Se ve limpia y hasta pareciera estar ordenada, se percibe en ella una grata sensación de calma y tranquilidad. Y la constante presencia de niños que allí juegan le aportan la alegría al lugar al que no le vendría nada mal la refacción de los juegos que por el paso del tiempo y el uso están muy deteriorados.
PARQUE | LA VECINA DESTACÓ LA IMPORTANCIA DE REPARAR LOS JUEGOS.
"No busco ser un ejemplo porque no soy ejemplo de nada, pero lo único que quiero es que la gente tome conciencia de la importancia del cuidado a la naturaleza", dijo Alicia al expresar su deseo de que otras personas se animen a tomar iniciativas en sus barrios porque considera que cada granito de arena es un aporte inmenso para la naturaleza.
A poco de cumplirse un año de su tarea diaria de limpiar la plaza, Alicia recordó cómo de a poco los vecinos se fueron involucrando en la iniciativa, que no fue sumarse a ella a recoger la basura, pero sí tirando los desechos en las bolsas que ella deja y por consiguiente en la notable reducción de papeles en el piso.
"Fue muy gratificante cuando me di cuenta que limpiar la plaza ya solo me llevaba 15 minutos porque casi no había basura tirada y para qué decir la alegría que me da ver que en las bolsas que dejo fijas, no solo veo la basura que yo recolecto sino que hay más y eso significa que la gente está tomando conciencia dejando la basura donde debe estar y no tirada", dijo agradecida.
TRISTEZA | A POCAS CUADRAS HAY UNA PLAZA SIN CUIDADO.
Y no solo eso, sino que contó que una mañana se dio con una hermosa y gratificante sorpresa. En las bolsas que ella pone en distintos árboles a modo de cestos de basura y a las que siempre le escribe frases para reflexionar como por ejemplo: "Abre tus ojos, la vida está a tu alrededor en cada ápice de naturaleza", un vecino/a anónimo colocó carteles hechos con madera también con frases como: "Si amas tu vida, empieza a amar la del planeta".
Una demostración que apoyo a la que Alicia considera "una linda manera de colaborar". "Me di cuenta que sí sirve que aunque sea una sola persona tome conciencia y dé el primer paso, porque claramente esto es como un efecto dominó que inspira y contagia".
Por último invitó a personas de otros barrios a animarse a empezar a hacer algo, aunque sea muy pequeño. "No hace falta que se involucre todo el barrio, es suficiente que una sola persona lo haga. Y lo fundamental, que no tenga vergüenza y que el resto de las personas respeten ese accionar".