Hay quienes piensan que nuestra profesión nos hace personas infelices y aburridas, que los periodistas somos irrespetuosos y entrometidos, o que nuestra profesión simplemente vive lejos de la realidad. Si me preguntaran a mí qué pienso del periodismo, diría muchas cosas, pero lo que quiero destacar en esta nota es contarles sobre la felicidad que sentimos los periodistas al ejercer nuestra profesión.
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Hay quienes piensan que nuestra profesión nos hace personas infelices y aburridas, que los periodistas somos irrespetuosos y entrometidos, o que nuestra profesión simplemente vive lejos de la realidad. Si me preguntaran a mí qué pienso del periodismo, diría muchas cosas, pero lo que quiero destacar en esta nota es contarles sobre la felicidad que sentimos los periodistas al ejercer nuestra profesión.
No voy a mentir, tenemos días buenos, días malos y días difíciles. También hay días felices y días tristes; días estresantes y días tranquilos, como en todas las profesiones pasan cosas que nos hacen tambalear y reflexionar pero a pesar de las dificultades y adversidades que se nos presentan a diario, siempre, pero siempre encontramos la felicidad en informar.
Cuando elegí esta profesión sabía que me enfrentaba a un montón de desafíos y experiencias, sabía que "ser periodista" tenía cosas buenas y cosas malas, pero la elegí, sin importar "sus pros y sus contras", porque creo firmemente que el periodismo es el desarrollo del conocimiento, y es ahí, en el conocimiento, donde podemos ser personas libres dentro de una sociedad, y para mí la libertad es felicidad.
De chica me enseñaron que la felicidad es todo aquello valioso de nuestra vida, lo que nos apasiona, lo que elegimos, lo que amamos y todo lo que nos impulsa a crecer como personas, y aunque muchos no lo crean, la mayoría de los periodistas sentimos esa felicidad al contar una historia, a través de las herramientas que tengamos, ya sea diario, radio, televisión y ahora las redes sociales.
Escribir, relatar, grabar o entrevistar son acciones que nos hacen felices, porque sabemos que detrás de cada historia que contamos hay un enorme esfuerzo de escucha, creatividad, investigación, análisis, estudio y tantas cosas más que no solo nos permiten desarrollarnos como personas, sino que nos da la posibilidad de transmitir esa información que permite a quienes están del otro lado contar con más herramientas para valorar sus ideas, como así también aportar a su capacidad de elegir y pensar libremente.
Como les conté al principio, tengo la firme creencia de que las personas felices son personas que realmente se sienten libres, y yo me siento una persona libre a través de mi profesión, y quiero a través de mi trabajo poder transmitir esa libertad para aportar a la felicidad de quienes puedan estar leyéndome del otro lado del papel, escuchándome a través de la radio o viéndome a través de la TV.
Y aunque las noticias no siempre sean buenas y positivas, aunque nos abrumen y nos preocupen, quiero decirles que de este lado siempre hay personas con responsabilidad y compromiso trabajando no solo para redactar noticias, sino para contar historias.
Hoy, ya con algunos años en el ejercicio de esta profesión, puedo confirmar que para mí el periodismo es eso, la felicidad que encuentro transmitiendo información para que, al igual que yo, la sociedad pueda sentirse libre, libre de ser, de pensar y de elegir.