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En el Día del Periodista, homenaje a Mariano Moreno y a Oscar d’Oliveira

Miércoles, 07 de junio de 2023 01:00
OSCAR D’OLIVEIRA

A todas las personas que forman parte del periodismo, oficio noble y complejo, saludo desde esta columna, para desearles en su día, horas de mucha paz y salud.

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A todas las personas que forman parte del periodismo, oficio noble y complejo, saludo desde esta columna, para desearles en su día, horas de mucha paz y salud.

Vuestro día tiene causa con la Patria. El 7 de junio nos retrotrae al momento en que un grande de nuestra historia nacional, el doctor Mariano Moreno, fundaba La Gazeta de Buenos Ayres, como una necesidad imperiosa de comunicar todo acto de gobierno. Decía: “...el pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes...”. Y en otro tramo de sus ideas agregaba: “El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal...”.

Los periodistas tienen un verdadero guía en quien aferrarse: Mariano Moreno fue un líder comprometido con el nacimiento de la Patria, puso su mirada en la educación, como basamento insoslayable para su desarrollo; participó en la creación de la biblioteca pública y en forma personal del fomento de la educación, al sostener en un escrito: “...no hay más digno de la atención de los magistrados, que promover por todos los medios la mejora de la educación pública”. Por eso buscó la redacción e impresión de un libro de texto con las nuevas ideas y encargó a los cabildos repartir gratuitamente el mismo a los niños pobres de las escuelas y obligar a los padres pudientes a comprar en la imprenta.

Tomó medidas de apoyo y protección a los docentes. Pensaba que La Gazeta tenía que ser más que un órgano oficial de gobierno, una tribuna de opinión, que les permita a los ciudadanos del virreinato acceder a las ideas modernas y sacarlos del atraso de una educación escolástica de casi 300 años. Una postura de Mariano Moreno para tener en presente, cuyo texto se publicó en la edición del 6 de septiembre de 1810: “Los pueblos deben estar siempre atentos a la conservación de sus intereses y derechos y no deben de fiar más que de sí mismo. El extranjero no viene a nuestro país a trabajar en nuestro bien, sino a sacar cuantas ventajas pueda proporcionarse. Recibámoslo en buena hora... aceptemos las obras de su industria... pero miremos sus consejos con la mayor reserva y no seamos incautos y aprendamos de nuestros padres de la antigua España con respeto a los cartagineses que la dominaron: “Libre, feliz, España independiente / se abrió al cartaginés incautamente: / Viéronse estos traidores / Fingirse amigos, para ser señores; / Entrar vendiendo para salir mandando”.

Y en Jujuy...

Otro señero, que hace a este importante momento, fue un periodista jujeño, Oscar d’Oliveira. Amó está profesión desde muy joven y esto lo sabemos por la periodista María Eugenia Montero, que lo entrevistó, antes de su fallecimiento, y nos dejó una rica impronta, donde da testimonio de su vocación muy temprana por el periodismo. Nos habla de su maestra de primaria Chicha Zurueta que leyó una nota que había escrito sobre Domingo Faustino Sarmiento y le dijo: “Vos vas a ser periodista”; luego en la secundaria, el doctor Fiora los llevó a realizar en El Arenal un estudio sobre las aguas servidas y recuerda: “Yo me llevé una máquina de fotos chiquita, que me había regalado mi papá. Entonces le hice una nota como de seis páginas, con cuatro fotos que yo mismo había sacado. Él me dijo: ‘Esto parece un trabajo de periodismo’, y yo estaba en segundo año.

OSCAR D’OLIVEIRA

Entonces se me ocurrió que yo podía ser periodista”. Luego, “me fui a Tucumán, estudié en el Instituto de Periodismo... estuve en La Gaceta dos años y realicé pasantías en el Diario El Orden, en 1945. En La Gaceta, fui redactor y me tocó vivir un episodio de la guerra... que tenía que ver con los nombres de los militares escritos en inglés, y que eran difíciles... porque los diarios los escribían con errores... Una noche me puse, leyendo los diarios nacionales, a hacer una transcripción de todos los nombres de los generales en un papel grande con lápiz colorado, y al lado le había puesto un número. Pegué en la pared ese machete.

Entonces cuando en la radio nombraban algún general, yo en vez de poner el nombre, me fijaba en la lista y copiaba el número, y después cuando hacía la nota definitiva copiaba el nombre correcto. También en La Gaceta fui un tiempo encargado de los periodistas del interior tucumano. Cuando regresé a Jujuy escribía para ‘El Día’ de Villapando, mi padre quería que trabaje con él y me pagaba cinco veces más que Villapando, pero finalmente me volví a Tucumán a trabajar en La Gaceta... También fui prensa de la Legislatura, Casa de Gobierno y acompañé al ingeniero Carlos Snopek, en Jama.

Entré a Pregón donde estuve un tiempo, luego me pasé a El Tribuno de Jujuy, al poco tiempo fui secretario de Redacción, y comencé a hacer periodismo publicitario, lo que me permitía tener otros ingresos. También empecé a organizar los suplementos especiales, porque esos suplementos que salen ahora vienen desde entonces. Me jubilé en El Tribuno en el 2001, unos años después me volvieron a llamar y diseñamos ‘Literarte’ (suplemento literario y de arte que sale los domingos) que sigue hasta ahora”. Por la entrevista de María Eugenia vemos que d’Oliveira no descansó nunca, “...hay algo que yo siempre digo, no se puede ser periodista si no escribís con una meta definida. Si no tenés esa meta, el periodista es un simple medio”. “El periodista de vocación -nos dice Oscar- debe comprender... que no se trata de buscar noticias por buscarla”.

El periodista debe evaluar el trabajo que realiza y nos da ejemplos de sus metas: “Yo ahora estoy exigiendo el ferrocarril a La Quiaca, el ferrocarril Abra Pampa, Mejillones; el monumento al Éxodo y al papa Juan Pablo II... que intervino para evitar un conflicto con Chile. Quiero esas cuatro cosas -dice muy convencido de la posibilidad de lograrlo a través de su trabajo“. Aprendamos de Oscar d’Oliveira, sus enseñanzas como una forma de honrar su memoria. Aprovechamos en este Día del Periodista, homenajear a quienes fueron referentes del periodismo jujeño, según d’Oliveira: Ramón Osvaldo Luna Espeche, Carlos Mazzuchelli, Ramiro “Gordo” Osinaga y Napoleón Aramayo. Y seguro, muchos otros y otras que ya no están o que aún viven y están jubilados y jubiladas y los que forman parte de esa franja que se conoce como periodismo en radios y TV de nuestro medio, como es el caso de Mariana Carabajal, que falleció hace muy pocos días. A todos les corresponde un lugar en nuestra memoria.