De naturaleza juguetona, los hámsteres son pequeños mamíferos que a simple vista tienen similitudes con los roedores. Lo cierto es que pertenecen a una subfamilia denominada Cricetinae.
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De naturaleza juguetona, los hámsteres son pequeños mamíferos que a simple vista tienen similitudes con los roedores. Lo cierto es que pertenecen a una subfamilia denominada Cricetinae.
Con carácter amable, son animales fáciles de cuidar y aparecen como las mascotas ideales para los niños por su conducta y adaptabilidad, además de su gran capacidad e inteligencia.
Esta especie cuenta con más de quince variedades que conllevan diferentes características.
"En el mundo de los hámsteres, existen algunos ejemplares que poseen rasgos para distinguirse entre sí, como por ejemplo el color del pelaje que puede ser distinto como blanco, dorado o combinado", explicó el especialista Agustín Hernández, quien detalló los cuidados de estos ejemplares tan especiales.
Etimológicamente la palabra "hámster" proviene del vocablo alemán, a fin de nombrar a este diminuto roedor que no mide más de 15 cm.
"Son muy simpáticos y sobre todo con los chicos se encariñan enseguida. Si un hámster es adoptado por la familia, tienen que saber que hay que cuidarlo muy bien para cubrir sus necesidades indispensables", explicó.
Es así que este animalito es omnívoro, por lo que tiene una alimentación variada que se basa en semillas y maíz pero también en frutas y verduras.
"Son importantísimas las raciones con fibras, vitaminas, minerales y proteínas", aseguró Hernández que afirmó que la zanahoria, la lechuga, la acelga, la espinaca, la banana, el melón y los arándanos son algunos de los alimentos clave para proporcionarles una dieta equilibrada.
"Pueden comer pan pero con semillas o con salvado para que sea bien digerido. Hay que tener en cuenta que existen verduras que no pueden comer porque son delicados, como la papa, la cebolla, el tomate, el ajo y el pimiento", contó.
Otra de las características que tiene este mamífero es que en sus mejillas guarda la comida.
"Tienen un sistema peculiar para almacenaje y es subcutáneo, justo bajo los mofletes y que son los abazones que corresponden a sacos donde colocan su alimento", detalló.
Con respecto a la manipulación, es importante tener una precaución especial.
"En general, es un roedor apacible, pero se puede llegar a estresar por ruidos fuertes o por la presencia de otros animales en la casa y por la excesiva manipulación", aclaró Hernández a la vez que remarcó la importancia del espacio que tiene que tener en su día a día.
"Lo ideal es que su hábitat sea amplio y controlado para que no se escape, muchas veces la jaula es utilizada para albergarlo, pero yo considero el bienestar del animal ante todo. El espacio elegido tiene que estar limpio e higienizado constantemente, eso es vital", contó.
"Un hábitat ideal debe ser mínimo de 80x50 cm, puede ser jaula adaptada o una pecera y no le debe llegar el sol ni el aire constante", explicó Hernández. Asimismo, indicó que en las familias que los adoptan, siempre está la idea de comprar accesorios y juguetes como la tradicional rueda giratoria que preferentemente debe ser de plástico.
"Son ejemplares principalmente nocturnos así que les gusta esconderse en un refugio durante el día. Eso deben tener en su espacio para su nido, luego tienen que tener sustrato, un comedero y bebedero limpios", explicó el especialista sin dejar de resaltar el ejercicio que deben realizar a fin de estar saludables. "La rueda giratoria es un gran entrenamiento para los hámsteres", finalizó.