¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
19 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Cuando hacer pan es hallar la felicidad en la simpleza

Después de hornear, Rosa Gamarra ve con satisfacción el resultado de su esfuerzo; una rica elaboración casera.
Viernes, 09 de junio de 2023 00:54

En la simpleza de hacer pan radica la alegría de Rosa Gamarra, una mujer que de lunes a viernes aplica con amor la habilidad de crear sabores a través de una labor artesanal tradicional.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

En la simpleza de hacer pan radica la alegría de Rosa Gamarra, una mujer que de lunes a viernes aplica con amor la habilidad de crear sabores a través de una labor artesanal tradicional.

Es un trabajo especial que conlleva constancia y revelación del esfuerzo a través del alimento hecho a base de cariño dentro de una cocina de un hogar en el barrio Gorriti.

A la hora señalada, el quehacer noble de integrar ingredientes para formar una masa se hace visible en el resumen de ideas que componen las recetas que "Rosita" -como le dicen sus amigos- combina.

Esta actividad fue hallada gracias a la búsqueda intuitiva, que la internó en diferentes posibilidades. Y optó por dejarse llevar por este saber que le dio la libertad de hacer piezas de una manera especial.

A LA VENTA | LOS PANES SOBRE LA MESA PARA COMPARTIR.

El trabajo que ella aprendió y que se ve al final cuando termina de hornear es sutil y entretenido porque concentra su propósito para verlo funcionar como rico pan casero. "La iniciativa nació porque quería ayudar a mi hijo de 40 años que tiene esquizofrenia. Lo que sabía sobre hacer panes se lo enseñé y entre los dos hacemos para que él se mantenga en el día de mañana cuando yo no esté", explicó la jujeña que siente que hacer pan es un oficio maravilloso.

"Comenzamos con los bollos salados, preparando la masa con la harina, la margarina, que día a día sube. Antes costaba ocho pesos y ahora cuesta doscientos pesos", aseguró preocupada por la economía de estos días. Sin perder la esperanza en que todo mejorará, "Rosita" trata de sobrellevar su venta de bollos a base de esfuerzo y cariño.

"Todos estamos mal pero con suerte tenemos que ver que estamos trabajando. Sólo así uno sale a flote. Hay que trabajar. Yo estoy jubilada pero necesito esto, por mi hijo y por mí misma", aclaró. Es así como la enseñanza se fue concibiendo con la paciencia "in crescendo" que toda madre posee. "Ahora trabajamos los dos y es una receta que ya queda para él", contó feliz.

RICOS PANES | HECHOS CON AMOR Y ESFUERZO

"Rosita" encuentra en el proceso de elaborar este rico alimento, una fórmula que nace de obrar con el corazón. Es que al momento de formar la masa, se complementa su labor en el ir y venir para terminar en los bollitos. Pero la especialidad de esta jujeña con alma emprendedora, está en los panes dulces que los vecinos alaban siempre que los degustan.

"El dulce es el que todos eligen. A veces me quedo sin panes porque se los llevan antes que los salados. Tienen huevo, manteca, grasa y anís en grano que les da un gustito diferente", contó revelando que el secreto de su preparación más que cualquier ingrediente es el amor que no puede ni debe faltar.

"Para el bollito de salvado, voy mezclando harina de salvado con harina común, diez cucharadas de aceite y sal disuelta, eso es muy bueno para la salud", aseguró. Y es que para ella, hacer el pan es la felicidad de lo simple que la motiva a seguir. "Cada día que pasa, me siento contenta porque me encanta hacer mis bollos. Me siento ocupada", dijo quien también es masajista, repuestera y peluquera. "Siempre pienso en lo bueno que es permitirse saber hacer algo más", confesó.

Desde hace dos años, realiza esta tarea que es bienvenida por sus clientes.

“ROSITA” EN ACCIÓN | SIEMPRE CON GRAN PREDISPOSICIÓN.

Y que deriva del compartir con su hijo. "Después de que me vino un desarreglo de salud que me tuvieron que internar, él hizo solo los panes por un tiempo y logró vender. Cuando lo supe, me quedé tranquila porque la esquizofrenia que tiene él está controlada y ahora se siente entusiasmado", comentó esta madre al permanente cuidado que brinda, otorgando los tres tipos de medicamentos que se le proporciona a su hijo para mantenerlo tranquilo. "Cuando él estaba mal, era de romper cosas con la fuerza pero con el tiempo fue cambiando y mejorando", explicó.

Gracias a su espíritu vivaz y comunicativo, "Rosita" se desempeñó por más de dos décadas en la venta de repuestos, acompañando a su esposo con el trabajo en el taller mecánico. "Somos una familia trabajadora y eso es lo importante. No hay que dejar de trabajar para crecer", comentó orgullosa de seguir ocupándose por sus hijos y su hogar. "Lo del pan lo considero como una experiencia que puedo transmitir y, al mismo tiempo, como un emprendimiento que nos enseña", remarcó "Rosita", quien sonríe con una actitud positiva y considerada terapia sanadora materializada en exquisiteces.

Fe en la divina providencia

Rosa Gamarra agradece cada día antes de iniciar su labor porque considera que todo es posible gracias a la divina providencia que le proporciona los ingredientes para su quehacer artesanal. Es por ello que San Cayetano, San Benito y Santa Ana son los santos que no pueden faltar a la hora de realizar sus oraciones. “Por ejemplo, mi San Cayetanito es el patrono del pan y el trabajo y le ofrezco la producción del día para que la bendiga. Pienso que no hay que perder la fe”, expresó “Rosita” quien en todo momento se muestra contenta por llevar adelante este antiguo saber culinario.