La revolución de la inteligencia artificial (IA) está generando preocupación entre los trabajadores, ya que más de una cuarta parte de los empleos en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) podrían ser fácilmente automatizados, según un informe presentado por la OCDE.
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La revolución de la inteligencia artificial (IA) está generando preocupación entre los trabajadores, ya que más de una cuarta parte de los empleos en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) podrían ser fácilmente automatizados, según un informe presentado por la OCDE.
Aunque hasta el momento hay poca evidencia de un impacto significativo de la IA en el empleo, se cree que esto se debe a que la revolución aún está en sus primeras etapas.
El informe de la OCDE, titulado “Perspectiva de Empleo 2023″, revela que el 27% de la fuerza laboral promedio en los países de la OCDE se encuentra en trabajos con alto riesgo de automatización.
Los países de Europa del Este son los más expuestos a esta situación. Los empleos de mayor riesgo se definen como aquellos que requieren el uso de más de 25 de las 100 habilidades y capacidades que los expertos en IA consideran que pueden ser fácilmente automatizadas.
La encuesta que encendió las alarmas
De acuerdo con Reuters, una encuesta realizada por la OCDE el año pasado reveló que tres de cada cinco trabajadores temen perder sus empleos debido a la IA en los próximos 10 años.
Esta encuesta, que involucró a 5.300 trabajadores en 2.000 empresas de siete países de la OCDE, se llevó a cabo antes de la aparición de la IA generativa, como ChatGPT.
A pesar de la ansiedad generada por la IA, el informe muestra que dos tercios de los trabajadores que ya interactúan con ella han experimentado una disminución en los riesgos y la monotonía de sus trabajos gracias a la automatización.
Sin embargo, el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, enfatizó que el impacto final de la IA en los trabajadores dependerá de las medidas políticas que se tomen.
Cormann destacó la importancia de que los gobiernos ayuden a los trabajadores a prepararse para los cambios y aprovechar las oportunidades que brinda la IA.
Sugirió que los salarios mínimos y la negociación colectiva podrían ayudar a mitigar la presión que la IA ejerce sobre los salarios.
Además, enfatizó la necesidad de que los gobiernos y los reguladores garanticen que los derechos de los trabajadores no se vean comprometidos en este proceso de automatización.