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14 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Piden la recuperación de un histórico edificio esperanceño

A un lustro de cumplir el primer centenario, la edificación resiste de pie el paso del tiempo en total abandono.
Viernes, 21 de julio de 2023 01:04

El mes de julio marcó hechos importantes en la floreciente localidad azucarera de La Esperanza. Uno de ellos, fue la inauguración del Club Social y Recreativo La Esperanza, acontecimiento que concitó la atención de habitantes de todo el noroeste argentino por la majestuosidad del edificio.

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El mes de julio marcó hechos importantes en la floreciente localidad azucarera de La Esperanza. Uno de ellos, fue la inauguración del Club Social y Recreativo La Esperanza, acontecimiento que concitó la atención de habitantes de todo el noroeste argentino por la majestuosidad del edificio.

Fueron los hermanos Leach quienes dejaron como legado para los esperanceños y para las futuras generaciones tan importante obra. Lamentablemente, con el paso de los años, quedó en el tiempo aquella época de esplendor y comenzó entonces la decadencia. Las construcciones fueron saqueadas, destruidas, tanto en la zona urbana como en los históricos lotes azucareros.

Una de esas obras que fue salvajemente atacada fue El Club Social y Recreativo, que hace unos días, cumplió 95 años y pese al saqueo sufrido, permanece de pie como aferrándose al pueblo que lo vio nacer y su presencia es un grito silencioso que pide que vuelvan su mirada y breguen por su recuperación.

Hubo esperanceños que trabajaron en proyectos, que presentaron notas, pero todos esos papeles quedaron durmiendo en el cajón de algún escritorio y la situación no ha cambiado.

"Ese querido edificio se resiste, nos ama tanto que hace todo lo posible para estar de pie", sostuvo la vecina de la localidad Silvia Velázquez, al tiempo de comentar que a veces se ocupa una parte del predio para algunos eventos como el 25 de mayo o para actos culturales y se le da una mano de pintura al agua de color blanco en la fachada para disimular el mal estado que presenta. "Pienso que se tendría que pedir a las autoridades que revean aquel proyecto que presentó una comisión que recuerdo estaba conformada por las hermanas Shigtong, entre otras personalidades del pueblo. Será la única forma de insistir para que se destine un presupuesto para su recuperación total, para que sea declarado monumento o patrimonio histórico y cumpla con los fines propuestos en el proyecto", dijo la vecina.

Por su lado, Lugardo Carrizo rememoró aquellas épocas florecientes, relatando el peregrinar de familias sampedreñas por la avenida Del trabajo, todas llevando sillas para asistir al legendario cine La Esperanza, ubicado en la parte posterior del Club Social. Indicó que fue el primero de la región, donde exhibían las mejores películas en forma gratuita. "Qué bueno sería que lo arreglaran, aunque sea que limpien el interior, que quede como un gran patio y se afirmen bien las columnas y lo que queda de las amplias galerías. Eso no demandará mucho gasto. Creo que es un deber conservar lo que queda del Club Social", dijo Carrizo.

Fue el historiador y multidoctor Jobino Pedro Sierra e Iglesias quien dedicó años de su vida a la investigación de la rica historia de La Esperanza desde sus inicios, quien permitió conocer en detalle aquellas gloriosas épocas, trabajo que quedó plasmado en una de sus obras cumbres, el libro "Un tiempo que se fue", donde relató todo lo relacionado a la monumental obra.

El Club Social tenía más de 1.000 metros cuadrados de superficie. No existía en todo el Noroeste una obra similar por sus líneas arquitectónicas, por sus comodidades, por la grandiosidad del conjunto, algo adelantado para la época. En el centro de la edificación se situaba un enorme salón embaldosado al que se accedía por una amplia escalera de mármol. En su interior se realizaban los actos sociales solemnes, los grandes bailes conmemorativos de las fiestas patrias y las de fines de zafra y de año. Estaba circundado de dependencias, donde estaba instalado un gran escenario, además de confiterías, salones de juego, salones de estar y biblioteca. Fue inaugurado el 9 de julio de 1928, con un gran baile.

Testigo de grandes festejos

OLVIDADO | VESTIGIOS DEL INTERIOR DEL EDIFICIO QUE MUESTRA UN ALARMANTE ESTADO DE ABANDONO.

El Club Social fue centro de importantes acontecimientos de la comunidad esperanceña y particularmente, mudo testigo de las grandes celebraciones de las fiestas patrias como el 25 de mayo y el 9 de julio.

Belleza arquitectónica. Es un edificio de exquisito estilo neoclásico, que recuerda en sus formas, la imponencia del Partenón y se levanta en medio de un paisaje tapizado de verdes cañaverales.

En sus amplias instalaciones se podían practicar fútbol, básquetbol, tenis y natación. Para esta última poseía una piscina, la primera construida en la zona.