Carlos Roberto Esteche apostó por mudarse a Brasil hace dos años, cansado de la inestabilidad de Argentina. Lo eligió porque sabía de sus bondades, ya que había vivido allí cuando se casó con una brasileña y tuvo un hijo, que hoy es adulto. Debido a que este se fue a estudiar, Esteche eligió irse a Florianópolis.
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Carlos Roberto Esteche apostó por mudarse a Brasil hace dos años, cansado de la inestabilidad de Argentina. Lo eligió porque sabía de sus bondades, ya que había vivido allí cuando se casó con una brasileña y tuvo un hijo, que hoy es adulto. Debido a que este se fue a estudiar, Esteche eligió irse a Florianópolis.
"Viví en Brasil desde 1997 hasta el 2001. Me casé con una brasileña hace 25 años, me divorcié poco tiempo después y tuvimos un hijo. Él es brasileño, nació en el 2000, y cuando aún era bebé nos vinimos a Argentina producto de mi divorcio. Yo lo crié solo en Argentina. A mí siempre me quedó latente el poder volver", señaló Esteche, el jujeño que ahora vive en la isla Ingleses, en Florianópolis.
Recordó que para la decisión de volver a Brasil también influyó porque se quedó solo, ya que su hijo se fue a estudiar a Córdoba, planea recibirse este año e irse a Australia. Otro factor que también lo impulsó fue la situación económica argentina.
Esteche creció en Jujuy, estudió el secundario en la técnica 1 "Escolástico Zegada", luego estudió en la Universidad Argentina de Empresas (Uade) en Buenos Aires, donde se recibió de administrador de empresas. Trabajó en una multinacional (Andrade Gutiérrez) que lo llevó inicialmente a Brasil. Años después priorizó Argentina para que viviera su hijo, y aunque trabajó en la empresa por 19 años, ahora alquila locales y propiedades.
De hecho, recordó que abrió dos locales de pago de servicios en Córdoba, que comenzó con 12 empleadas y tres cajas, y luego de cinco años la cantidad de empleadas se redujo a seis. Pero trabajaba mucho, una gran parte de los ingresos lo destinaba a sueldos, y los impuestos eran significativos y superaban lo que ganaba. "Tuve que cerrar y vender todo y venirme a Brasil", expresó.
Decidió que Brasil era el lugar donde debía mudarse, porque en los años en que allí había vivido supo que era estable y pudo adaptarse. Es que también explicó que viajó mucho por el mundo, e inclusive vivió algunos meses en México y otros en Colombia, pero no logró adaptarse.
Llegó con su pareja a Camboriú, pero por ser muy cara se mudó a Florianópolis. Después se separó y ahora vive en la isla Ingleses, donde alquila departamentos. "Es un lugar muy seguro, que da mucha tranquilidad y mucha paz. Aquí todavía podés dejar una bicicleta en el garaje sin cadena porque no la van a robar, o ir a la playa con el equipo de música y la reposera e ir a nadar, y saber que al volver vas a encontrar tus cosas. Eso tiene mucho valor porque he sufrido la antítesis en Argentina", expresó, ratificando que valora la seguridad.
Valora la seguridad
Destacó que además conoce el mundo, puesto que desde que tiene 21 años viajó y pudo conocer Europa, el continente americano, parte de Asia y de África, y explicó que por ese amplio conocimiento que tiene del mundo se fue a vivir a Brasil por el idioma y su cultura. "Acá la gente es muy alegre, muy positiva, mucha gente sonriendo, uno está haciendo la fila del supermercado y la chica de adelante está bailando al compás de la música del súper", relató, y detalló que en un banco se usa como uniforme para verano las bermudas y ojotas, algo impensado en otros países.
"Brasil para mí es la tierra prometida, no porque sea tan distante de Argentina, porque tiene muchas falencias iguales, pero tiene otras características. Aquí se prevé una inflación que ronda el 4% anual, el año pasado fue de 6%. Lo que sí hay acá es seguridad jurídica", explicó. Señaló que si monta un negocio, tiene la seguridad de que no le van a cambiar las reglas dentro de cuatro años, cuando asuma otro gobierno.
"Mi hijo menor nació en el 2000 en Río de Janeiro, el litro de nafta costaba 3,50 reales y hoy 23 años después cuesta 5,90 reales. La nafta subió un 70% en 23 años. Eso no tiene precio", resaltó. Recordó que entonces trabajaba en la multinacional, en la división de Comercio Exterior, dominaba el inglés y portugués. Se fue a Río de Janeiro, en cinco años pidió el traslado a Foz de Iguazú y luego renunció porque priorizaba que sus hijos estudiaran en Argentina.
Lo hizo porque valora la educación pública, y debido a que sus hijos crecieron, Esteche pudo optar por volver a Brasil, donde lleva dos años y ahora espera recibirlos de visita. En Jujuy quedó parte de su familia, sus hijos están viviendo en dos ciudades, Alejandra Esteche de 28 años, en Orán, Salta, y Axel Esteche de 23 años, que vive en Córdoba; mientras que su madre María Teresa, su hermana y sus sobrinos viven en Jujuy.