NORA RUIZ
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NORA RUIZ
"Doy gracias por lo vivido en la noche de oración con Cielo Abierto, fue algo que, en un principio, nos parecía como un regalo que estaba cerrado, porque nunca tuvimos la experiencia directa. Gracias a Dios, las comunidades dijeron presente y transformaron el salón mayor en un cenáculo de oración, donde compartimos la misa presidida por el padre Ernesto, misionero de los Discípulos de Jesús que está en Maimará y concelebrada por los sacerdotes del Decanato del Ramal. El padre Ernesto fue profundo en sus palabras. Hizo una hermosa catequesis sobre la Eucaristía, centro de la misión de Cielo Abierto y también de la vida de la Iglesia. Posteriormente se realizó la adoración, queríamos que Jesús esté en el centro y de ahí compartir la experiencia de la oración desde la música, el canto, la predicación, la alabanza. No sentimos el tiempo y vivimos una experiencia maravillosa. Gracias a Dios y a toda la comunidad, gracias a los misioneros católicos laicos Cielo Abierto". Fueron los conceptos del padre Daniel Alberto Baca, luego de que la feligresía de la región, participara masivamente del gran encuentro de oración y adoración junto a los misioneros laicos de Cielo Abierto.
El inédito acontecimiento religioso recibió a gran cantidad de fieles que llegaron de distintos puntos de los departamentos de San Pedro y Santa Bárbara.
Procesionalmente, ingresaron los sacerdotes Ernesto Bernal Cruz, Daniel Alberto Baca, Jorge García Méndez, Renato Vendrúsculo, Marcelo Valdivia y Marcelo Churquina y todos participaron de la liturgia, con el acompañamiento musical de Cielo Abierto. Finalizada la misa, las luces se apagaron, quedando iluminado un altar preparado especialmente, para que un sacerdote, llevara la custodia con el Santísimo, dando inicio a la adoración. Fue un momento de profunda espiritualidad, acompañado por cánticos de alabanza y oración de los misioneros de Cielo Abierto. El momento culminante, fue la procesión con el Santísimo que, en cada tramo, fue levantado en lo alto por cada uno de los sacerdotes, llenando de gracia a todos los presentes.
Testimonios
Los testimonios que la gente compartió con nuestro diario fueron sentidos y profundos, reflexionando que hoy en día, nuestra gente está golpeada por la realidad psicoafectiva y social en la se desenvuelve diariamente, ya sea por la falta de trabajo, falta de recursos económicos, por las rupturas familiares, los traumas, frustraciones personales, porque no les va bien en los estudios o en la vida. Indicaron que ya no se percibe tanto el gusto a lo sagrado en la celebración dominical y que hay un gran grupo mayoritario que quiere buscar a Dios, pero le cuesta encontrarlo. Por eso, lo que la Iglesia trata de hacer a través de estos grupos, en este caso los misioneros laicos de Cielo Abierto, es proporcionar libremente, según la decisión y voluntad de cada uno, un encuentro más personal con Jesús.
"Muchos sabemos que rezando solos en la intimidad de nuestra habitación, en la iglesia o en un oratorio, podemos encontrarnos con Jesús, pero a veces la música, alguien que hable por micrófono, el ambiente, las luces apagadas, ver la presencia de la custodia con Jesús Eucaristía, brillante, luminosa, estar rodeado de gente que quizás esté pasando por lo mismo o peores cosas, el encontrarnos con nuestra soledad, nos hace interpelar y nos hace sentir Jesús está en medio nuestro, que aquí está la Iglesia toda que revive el misterio. Nuestra gente está necesitada del encuentro personal con Dios, sabe que lo tiene a su alcance a través de la oración, pero tiene que sanar heridas y para ello necesita dedicar un espacio de oración profunda y ese es el objetivo de los misioneros de Cielo Abierto, que las personas descubran el sentido y el propósito real en sus vidas", dijo el joven Emanuel.
En tanto que otra joven expresó que "esta anoche se abrió el cielo frente a nuestros ojos, en una gran experiencia de intimidad con el Señor de señores. Ante su presencia eucarística ardía nuestro corazón de amor por Él. Sentimos que se quedó entre nosotros y el cielo se abrió llenándonos de luz".
Una madre refirió que fue un encuentro maravilloso con el amigo fiel, el amigo que dio su vida para que todos tengamos vida. "Tuvimos la oportunidad de reconocerlo en medio nosotros en la adoración eucarística, a través del abrazo con los hermanos, de los cantos y de la oración. Pude sentir la fuerza de su amor cuando pasó por todos los rincones del local de Sociedad Tiro y Gimnasia, derramando abundantes gracias y bendiciones sobre todos los miembros de las diferentes parroquias".