Con la energía puesta en ayudar a los vecinos es que Delia Ramos supo realizar con éxito la creación del comedor "Por una sonrisa" que se encuentra ubicado en el lote 20 de la manzana 14 de las 48 viviendas de San Pedro de Jujuy. El movimiento solidario se generó hace cinco años, ante la experiencia personal que vivió en su infancia.
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Con la energía puesta en ayudar a los vecinos es que Delia Ramos supo realizar con éxito la creación del comedor "Por una sonrisa" que se encuentra ubicado en el lote 20 de la manzana 14 de las 48 viviendas de San Pedro de Jujuy. El movimiento solidario se generó hace cinco años, ante la experiencia personal que vivió en su infancia.
"Veía a mi madre quien colaboraba en los comedores de un barrio de esta localidad y yo asistía a una guardería. Antes ahí nos daban el desayuno y el almuerzo. Me encantaba ver a la señora cómo cocinaba", expresó Ramos sobre esta actividad que, junto a cuatro colaboradoras, efectúa para proporcionar una ración de comida a personas de escasos recursos.
"Empezamos a dar merienda primero, fue impresionante cómo llegaron los chicos. Luego seguimos con almuerzo -una vez a la semana- y de ese momento no paramos. Las chicas me acompañaron por dos años y se fueron a capital", comentó en su relato Ramos, que siempre se sintió respaldada por la comunidad que celebra su tarea.
DÍA DEL NIÑO | GRAN FESTEJO EN EL LOTE 20, MANZANA 14 EN LAS 48 VIVIENDAS.
Con el transcurrir de los años, se sumaron más personas a la causa motivadas por el espíritu de Delia Ramos para ayudar. "Sola nunca estuve gracias a Dios, hay mucha gente que ayudó", expresó. La alegría de poder brindar almuerzo, merienda y hasta cena es una satisfacción que se hace notable en la voz de esta jujeña que ayuda desinteresadamente. "También salimos a la calle a repartir cena y todas las donaciones que recibimos se les da a cada niño y madre que lo necesita", comentó. Como cada año, el mes de agosto es sinónimo de festejo para los niños. Y el comedor "Por una sonrisa" no está ajeno a esta fecha tan especial.
La encargada del espacio expresó su emoción al recordar su época de niña y espera con expectativas festejar con los pequeños. "Me recuerda mi niñez, éramos muchos hermanos, a mi padre no le alcanzaba y todos íbamos con nuestra taza al merendero. A veces podíamos ligar un juguete, otras no y cada vez que se festeja el día de niño lo único que me importa es que cada niño tenga una sonrisa", explicó la responsable del comedor que recibe donaciones de la feria mayorista y de la gente que sigue sus actividades en las redes sociales. Sobran las ganas para abocarse a la tarea cotidiana y plasmarla en acciones. Por eso, el menú diario es pensado un día antes y desde temprano, cada mañana de lunes, miércoles y viernes se reúnen para abrazar esta faena. "Las chicas llegan y empiezan con la preparación y trabajamos. Soy vendedora ambulante y salgo a la calle los martes y jueves. Nos tocó variar los menús. Hay días que se prepara guiso, otros, pollo al horno, papa con queso, salpicón que van acompañados con sopa y postre", explicó Ramos.
PRIMEROS TIEMPOS | CUANDO EL ESPACIO ABRIÓ SUS PUERTAS A LA SOLIDARIDAD.
En cualquier estación del año, la respuesta de la gente es positiva. El agradecimiento es permanente y las intenciones por seguir este camino de la solidaridad, se muestran siempre firmes. "No me gusta que me miren con esa mirada que te dice: 'me da vergüenza' y muchas veces escuché: 'Dios te bendiga' o 'gracias a usted doña Delia, mis hijos comen'. Es algo que sentís en el pecho que no se puede explicar. Más a los niños, una vez hicimos empanadas y ellos estaban emocionados esperando. Y más cuando se hace papa con queso", detalló.
No obstante, las personas son diferentes por lo tanto, las opiniones también. "Hay gente buena y gente a la que no la conformás, pero bueno, lo más importante es saber que los niños se van contentos", reflexionó esta mujer que solicitó ayuda al municipio y gobierno, teniendo una respuesta favorable a su pedido. "Gracias a Dios siempre nos fue bien y se ayudó a varias familias", dijo complacida esta jujeña que siente paz al momento de entregar cada plato. El comedor de la nueva ciudad propone una colaboración sin fines lucrativos a más de sesenta niños y veinte personas de la tercera edad junto a mujeres embarazadas que encuentran en este espacio, una contención sincera.
"Por una sonrisa" es un lugar que fue velando por la comunidad en el barrio sampedreño, sólo con Ramos y tres mujeres que trabajaban con una olla y una pava viejita. "No contábamos con nada hoy en día tenemos una anafe que calienta ollas grandes, pero es tan distinto a cómo empezamos, que hoy miro las fotos y digo: 'la pucha que si uno tiene ganas de avanzar, lo puede hacer'", reveló.