Es un hombre exitoso que empezó desde abajo, apuntalado por una familia muy unida, con un padre que le enseñó –con el ejemplo- que el trabajo dignifica a la gente y una madre emprendedora a la que adora. La pasión está presente en cada uno de sus actos, tanto de la vida pública como de la privada. El éxito no lo cambió, sigue siendo el mismo hombre que se ganaba la vida haciendo trabajos de mecánica y manejando camiones. En la actualidad la política ocupa un espacio central de sus intereses. El precandidato a senador de la Lista 501 A del Frente Unión por la Patria, Rubén Rivarola, habló en exclusiva con El Tribuno de Jujuy.
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Es un hombre exitoso que empezó desde abajo, apuntalado por una familia muy unida, con un padre que le enseñó –con el ejemplo- que el trabajo dignifica a la gente y una madre emprendedora a la que adora. La pasión está presente en cada uno de sus actos, tanto de la vida pública como de la privada. El éxito no lo cambió, sigue siendo el mismo hombre que se ganaba la vida haciendo trabajos de mecánica y manejando camiones. En la actualidad la política ocupa un espacio central de sus intereses. El precandidato a senador de la Lista 501 A del Frente Unión por la Patria, Rubén Rivarola, habló en exclusiva con El Tribuno de Jujuy.
Rivarola quiere ser senador y ya ha mantenido contacto con legisladores justicialistas de las provincias del Norte Grande para avanzar en una gran alianza que trabaje por la región en el Congreso Nacional. Aspira a que en ese ámbito se ejerza un verdadero federalismo, donde sean escuchadas las demandas del interior profundo.
Está convencido de que la salida a los problemas que aquejan al país pasa por la generación de empleo genuino, apoyando a las pequeñas y grandes empresas, poniendo especial acento en las economías regionales. Y en ese marco romper ese esquema injusto que, en materia de tarifas, beneficia a la Capital Federal en detrimento de las provincias.
A lo largo de su carrera política ha padecido ingratitudes, las que -admite- las lleva en soledad con mucho dolor. Sabe de quienes llevan en su ADN la deslealtad difícilmente vayan a cambiar, pero el tiempo se ocupa de devolverlos a su lugar.
Sus pasiones
Se le iluminan los ojos cuando habla de sus padres, quienes “formaron una pareja de cinco” con los tres hijos que tuvieron y de los cuales él es el menor. Nunca se separaron y compartieron incluso el mismo trabajo. Para Rivarola, la familia lo es todo y por eso le duele ver que ese vínculo se debilite como consecuencia de la crisis económica y moral que afecta a nuestro país.
Apoya financieramente a más de una treintena de comedores comunitarios, pero sabe que esa no es la solución y le preocupa que se pierda ese ritual de la familia reunida alrededor de la mesa compartiendo mucho más que un alimento, porque en ese ámbito se imparten enseñanzas, se socializan valores y se estrechan vínculos de amor entre padres e hijos.
Rubén Rivarola, su padre, lo formó en los oficios que lo siguen apasionando como la mecánica automotor. Gilma Mealla, su madre, por quien siente adoración, “ella es de oro” dice, le inspiró su gran empuje.
Es un emprendedor nato y en su opinión el secreto del éxito pasa por no dejar pasar las oportunidades y fundamentalmente trabajar mucho. La cuestión es dedicar muchas horas, “al principio cuesta”, pero una vez que se encamina el proyecto todo resulta más sencillo, sostiene. Y asegura, sin dudar, que “emprender es posible y se puede ser exitoso”.