Como es propio en toda fecha especial, la comunidad sampedreña celebró, con gran emotividad, el Jubileo por los 250 años de la creación del Curato del Río Negro que, años más tarde, daría nacimiento a la gran comunidad de fe que conforma la Parroquia madre del departamento. El atrio del templo matriz, fue ornamentado para la misa que fue presidida por el Monseñor César Daniel Fernández y concelebrada por los tres sacerdotes de la ciudad, Marcelo Churquina de la parroquia San Andrés Apóstol, Jorge García Méndez de la Parroquia santa Teresita y San Juan bautista Scalabrini y el anfitrión, padre Daniel Alberto Baca.
MONSEÑOR JUNTO A LOS SACERDOTES QUE CONCELEBRARON.
Tras el ingreso de los celebrantes, hicieron su entrada las Banderas de ceremonia Nacional y Papal del colegio Jesús Maestro y el instituto de formación Populorum Progressio sede San Pedro, dos instituciones que son frutos de la alta preocupación de la Iglesia por la educación.
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Otra instancia especial fue el ingreso de las imágenes históricas de la Virgen María y San Pedro, acompañadas por la imagen de San Andrés Apóstol, además de todas las advocaciones de María, el Sagrado Corazón de Jesús, santos y santas de las diversas capillas, grutas y comunidades eclesiales que conforman las parroquias, marcando presencia en la gran fiesta de fe.
JUBILEO- IMAGENS DE LAS DISTINTAS CAPILLAS DE SAN PEDRO DE JUJUY.
Fueron presentados también en esta parte inicial de la ceremonia, los afiches donde se detallan los nombres de todas las familias y benefactores en la donación de recursos para la compra del nuevo piso que tendrá el templo y que lucirá reminiscencias del original que alguna vez lució el templo.
Luego del saludo del Obispo, se sucedieron las instancias propias de toda celebración litúrgica, complementada con la interpretación del Coro del Jubileo dirigido por la Prof. Verónica Carello.
JUBILEO- MISA- FELIGRESIA.
Durante el ofertorio, se realizó otro signo especial en homenaje al perseverante y ejemplar servicio prestado por tantos años por parte de Negrita Almenar, Malena Kujarchi, Emérita Méndez y Laura de Ángel que, desde su juventud, contribuyeron con su tiempo y entrega sin medida en el acompañamiento de las acciones de la iglesia, siendo portadoras del pan, para ser ofrecido en el altar, Luego ingresaron niños y jóvenes portando globos y gran alegría mientras presentaban el vino, como signo de las escenas que constituyen el ayer, el hoy, el futuro de la fe que debe ser sembrada y cultivada en el seno de cada familia y en toda la comunidad eclesial.
FIELES MAS ANTIGUOS DE LA PARROQUIA.
Ya concluida la celebración litúrgica, se presentó la torta de cumpleaños para soplar las velitas simbólicas de los 250 años de la creación del Curato del Río Negro, celebración que compromete a toda la comunidad de fe, a fructificar la heredad dejada por los antepasados de toda la región que pusieron todas sus esperanzas, trabajo y sacrificio en el progreso del pueblo, siempre bajo el amparo de Dios. Los festejos tuvieron como cierre, una velada artística de la que participaron destacados exponentes locales del canto y la danza.
PADRE DANIEL SOPLANDO LAS VELITAS.
MONSEÑOR Y NIÑOS DE CATEQUESIS.
Homilía del padre Obispo
“Es un deber de enorme gratitud a Dios y a tantos hombres y mujeres que, desde hace 250 años, quisieron establecer en esta porción de Jujuy, una parroquia para la atención pastoral de aquellos habitantes, dejando huellas profundas de la fe, una herencia que dejaron nuestros abuelos y tantos antepasados”, dijo en su homilía, Monseñor César Daniel Fernández, quien, a su vez, hizo expreso el saludo a toda la comunidad por tan significativo acontecimiento. Sostuvo que esta heredad y compromiso con la fe podemos verla también en la historia, en los sucesivos emplazamientos del templo parroquial hasta llegar a este, que centenario, está poniéndose a tono de estos 250 años con una importante refacción interior.
MISA CONCELBRADA EN EL ATRIO.
“La fe que nos han transmitido nuestros mayores, es un regalo de Dios, así como nos da la gracia del bautismo, infunde en nuestros corazones la semilla de la fe, la esperanza y del amor, rocas firmes donde debemos apoyarnos en la vida, para no tambalear ni caer y eso es lo que cada familia debe seguir transmitiendo a los niños y jóvenes de hoy para que esta fe, siga en crecimiento constante”, prosiguió en su extensa y sentida prédica, al recalcar que, “sólo de este modo, podremos enfrentarnos a las dificultades sosteniéndonos muy fuerte de la mano de Dios, y en las alegrías poder reconocer de quién vienen los momentos gratos y la felicidad que recibimos que son fruto de la presencia de Dios en nuestra vida. Nuestro compromiso como familias y como comunidad, es continuar con la transmisión de la fe que nos traspasa incluso hasta nuestro último momento en la vida, lo que nos permite el paso confiado a la eternidad”.
Apuntó que los antepasados que generaron esta gran manifestación de fe en la región, no dejaron nunca de predicar el Evangelio en estas tierras, no dejaron de alimentar, con la Palabra de Dios y con los sacramentos, sustentando la vida de generaciones y generaciones. “Por ello, ustedes como comunidad cristiana, hoy también están viviendo este presente, haciéndose responsable de la antorcha de la fe que han recibido”, concluyó.