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14 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Los dólares “libres” se recalientan y ponen más presión a los precios

A pesar de que el Gobierno mantiene congelado el cambio oficial, los dólares paralelos suben. El contado con liqui, el dólar con el que pueden dolarizarse las empresas, avanzó de $753 a $828.

Sabado, 30 de septiembre de 2023 00:39

A tres semanas de las elecciones, se despertaron los dólares financieros y el blue, y amagan con meterle más presión a los precios, en un escenario ya de por sí de alta inflación.

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A tres semanas de las elecciones, se despertaron los dólares financieros y el blue, y amagan con meterle más presión a los precios, en un escenario ya de por sí de alta inflación.

Concluye la última semana de septiembre y deja una suba significativa de los dólares financieros y el blue.

A pesar de que el Gobierno mantiene congelado el tipo de cambio oficial, los dólares paralelos y la caída en la demanda de dinero por la incertidumbre electoral le ponen presión a una inflación que continúa viajando a números altísimos.

En esta semana el contado con liqui, el dólar con el que pueden dolarizarse las empresas, avanzó de $753 a $828. El MEP, el dólar que compran las personas físicas de manera legal y sin límites, subió veinte pesos desde los $682 que cerró el viernes pasado a los $702 con que cerró ayer.

Por su parte, el blue fue de $745 a $800 recuperando todo lo que no subió en los primeros veinte días del mes y rompiendo su propio récord.

Esto marca una dolarización de las carteras en búsqueda de mantener el poder adquisitivo y una huida del peso que pierde día a día poder de compra. La contracara, una mayor presión a los precios de la economía.

Nadie quiere los pesos y el único refugio hoy es el dólar, el dinero está girando cada vez más rápido y las remarcaciones son constantes. El dólar, como otro precio de la economía, se remarca minuto a minuto en todas las cotizaciones que cuentan con cierta libertad. "Octubre se anticipa como un mes agitado. En vísperas de los comicios generales, el dólar CCL (referencia para transacciones internacionales) saltó casi un 10% y el dólar blue comenzó a acompañarlo desde atrás", analizan desde la consultora LCG que además mide la inflación semanal de alimentos y bebidas.

En ese sentido, midieron que en la cuarta semana de septiembre la suba de precios promedio en alimentos fue de 0,5% desacelerando respecto de la semana anterior. No obstante, en el mes registró una inflación del 8,2%. El índice de inflación general de septiembre según sus mediciones alcanzaría el 12% mensual, mientras que para fin de año esperan que el índice se ubique en torno al 190-200% anual.

Dentro de las razones de estos niveles de inflación, detallan la inercia del panorama desatado luego de la devaluación pos-Paso y la incertidumbre electoral.

"Con un congelamiento del tipo de cambio y con una inflación que corría al 7% mensual, con demanda de dinero deprimida y una economía altamente indexada, la devaluación aislada, sin un programa de respaldo atrás, se trasladó velozmente a precios y duplicó los registros mensuales de inflación, erosionando en poco más de un mes la efímera ganancia real del salto cambiario", describieron.

"En efecto, el tipo de cambio real ya se ubica en niveles inferiores al vigente previo a las Paso dejando como resabio un régimen de alta inflación con registros de dos dígitos por mes. El corolario de este desastre de nominalidad es claramente una mayor pérdida de poder adquisitivo", concluyen.

A esto que describen desde LCG, hay que sumarle la "inflación bajo la alfombra" que genera la distorsión de precios relativos por ajustar y congelamientos de precios de servicios, prepagas, combustibles, y transporte público, que deberán sincerarse en algún momento.

Desde la Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí avanza con su análisis en la misma línea: "El Bcra aceleró el ritmo de suba de la base monetaria en un contexto de caída en la demanda de pesos, por la incertidumbre electoral y los propios desequilibrios macro. Eso significa una mayor pérdida de valor del peso. Algo que se traslada directamente al tipo de cambio, no porque suba el dólar, sino porque se cae nuestra moneda".

"Que nuestra moneda se deprecie significa que necesitamos cada vez más pesos para comprar la misma cantidad de dólares; pero también más pesos para comprar un kilo de pan, un paquete de galletitas o una botella de agua", cerró Marí.

Por su parte, Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group, detalló el "paso a paso" de la dinámica inflacionaria en un posteo enumerando el devenir de las medidas y las consecuencias que se desencadenan en base a las decisiones políticas y económicas del último mes y medio.