La estafa telefónica es un ilícito recurrente en los últimos tiempos, perpetrado por personas que se las ingenian para engañar a sus víctimas con diferentes historias que tienen como fin último sustraerle dinero mediante una transferencia a una cuenta en una billetera virtual.
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La estafa telefónica es un ilícito recurrente en los últimos tiempos, perpetrado por personas que se las ingenian para engañar a sus víctimas con diferentes historias que tienen como fin último sustraerle dinero mediante una transferencia a una cuenta en una billetera virtual.
Nuestra provincia no es una excepción para esta versión moderna del "cuento del tío", los lamentables hechos se suceden y en los últimos días fue víctima un hombre domiciliado en la capital provincial.
Según la información a la que accedió este medio, un hombre del barrio San Pedrito de la capital provincial, días pasados recibió un llamado al teléfono fijo de un supuesto hijo.
Este le solicitó dinero porque habría sufrido un siniestro vial cuando se encontraba a bordo de su auto embistiendo a una mujer embarazada.
Por esa razón, el presunto hijo aseguró encontrarse en el hospital y que necesitaba de manera urgente la suma de 100 mil pesos para cubrir los gastos de la supuesta víctima del siniestro.
A raíz de esto, el hombre que recibió la llamada le transfirió los 100 mil pesos a un alias que quien dijo ser su hijo le pasó y sería de la cuenta de una conocida billetera virtual a nombre de un familiar de la mujer internada.
Minutos más tarde, la víctima de esta situación sospechó que se podría tratar de un engaño y, por esa razón, se comunicó telefónicamente con su hijo y la sorpresa fue mayor.
El hombre, al preguntarle a su hijo por la situación en el hospital recibió como respuesta que no había sido protagonista de un siniestro vial y que se encontraba trabajando.
Ante esta respuesta, el hombre se dirigió inmediatamente a la Dirección General de Investigaciones y realizó la denuncia aportando los datos de la cuenta a la cual transfirió los 100 mil pesos creyendo en la buena fe de quien llamó a su domicilio.
De esta manera, se perpetró un nuevo caso de estafa telefónica haciéndose pasar por un ser querido para lograr el objetivo final de una transferencia de miles de pesos.