La asexualidad no tiene por qué ser el destino ineludible del discapacitado
8 DE Diciembre 2014 - 00:30 Silvina Liliana Peirano: Profesora de Educación Especial y orientadora sexual en discapacidad

¿Por qué la diversidad funcional es un término que define mejor a la discapacidad que "la capacidad especial" o "diferente"?
Viene a conceptualizar justamente que más allá de las capacidades y de la forma en que cada uno hace las cosas, la dignidad de la persona es la misma. Naturalmente cada uno de nosotros funciona de manera distinta y de ahí proviene ese concepto no solo de funcionar distinto sino de la diversidad, de que no se es más o menos válido por lo que podés o no hacer. El criterio que nos une es la equidad, no si somos diferentes o iguales, si tenemos más o menos capacidades.
La sexualidad no es cualquier área de la persona, sino un área fundante y cuando te quitan tu sexualidad, cuando dejan de decirte varón, mujer, niño, niña... sos discapacitado. Cuando decimos los discapacitados apelamos a esa construcción que cada uno de nosotros tiene en las distintas sociedades de aquel ser indefenso, que siempre va a quedar en soledad, que nunca va a acceder a una maduración. "Si bien tienen un cuerpo de adultos tienen una mentalidad infantil", esta es una construcción que como sociedad nos ha interesado sostener. Si sostenemos a seres infantilizados, asexualizados, hacemos girar un gran mecanismo de dependencia, que, en definitiva, es un negocio no solo en la Argentina sino en el mundo. Si tenemos seres independientes que no solo tienen necesidades sino deseos y esto lo vinculamos con la sexualidad, entonces va a haber una revolución muy interesante.
Una revolución que los colocaría en un rol de ciudadano...
Sí, parte de un concepto que es la ciudadanía y desde esa ciudadanía la independencia sexual. Ellos no son niños, no son ángeles, no son demonios. Son personas con las mismas necesidades de cualquiera, pero condicionadas por un constructo social que los limita. La discapacidad en sí misma no te hace más ni menos hábil, ni menos apto para el área sexual y esto me parece que es un cri terio fundante que nos diferen cia de otras posturas. Todos so mos seres sexuales y sexuados, independientemente de cómo ejerzamos esa sexualidad.