La majestuosidad de la selva montañosa adquiere un sentido único en ese sector al límite con Salta: pendientes con inclinaciones del 80% a uno y otro lado del camino se disfrazan de un verde de lianas y tipas y ocultan precipicios insondables.
"Disculpe... Usted es de aquí? Dónde podemos encontrar la casa de la señora Milagro Sala?
El lugareño mira a los periodistas con cierta resignación y dice que no sabe; que muchos vienen a preguntar pero nadie conoce.
De pronto un baquiano que arriaba sus animales es la suerte contra la resignación. "Yo sé porque llevo a las vacas por ese camino. Es más arriba. Yo los acompaño si quieren".
"Es difícil llegar pero ya la van a identificar a la casa. Es amarilla y es la única de ese color". El hombre se despide y vuelve a sus animales. Metros más arriba se divisan las primeras estructuras escalonadas con base de piedra vista de un frente de más de 100 metros y un lateral de más de 70. Es la tapia que solo deja ver la parte superior de una construcción. Se advierte lujo, no solo desde afuera, sino también por lo cúspide de una edificación central de dos plantas con techos de tejas a dos aguas, amplios ventanales y columnas de madera tallada que se destacan en lo alto.
Llegamos y sin tocar el timbre, el amplio portón de entrada se abre y se vuelve a cerrar al instante. Sale Carlos, el "nuevo sereno" porque los del turno anterior se fueron a descansar.
Las preguntas llegan y advertimos que solo estamos trabajando como lo está haciendo él. "Sí, esta es la casa de Milagro Sala" y apenas puede responder el resto de los interrogantes. "Sí. Hubo un allanamiento pero no sé si detuvieron a alguien. Yo no estaba", se defiende. "Yo solo soy el nuevo sereno", insiste.
La casa se comenzó a construir hace 4 años y según los funcionarios de inmuebles estaría valuada en 3 millones de dólares. "No, la Flaca no viene aquí. Esta casa la utilizan los cooperativistas para venir a pasar el día con sus hijos. Hay pileta y asador". ¿Qué dependencias tiene? preguntamos. "No sé. Nosotros no entramos a la casa del medio", afirma Carlos. La gente del lugar asegura que en el inmueble hay depósitos para mercaderías varias y hasta una caballeriza con varios "pintaos".