Mientras la Policía profundiza las investigaciones relacionadas con el brutal asesinato de Camila Bulacio, ocurrido el miércoles pasado en la localidad de Salvador Mazza, la Justicia aguarda los resultados de las pericias técnicas para determinar de qué manera ocurrieron los hechos. La joven de 27 años apareció malherida en una casa del barrio Pueblo Nuevo donde vivía con su pareja y murió en el trayecto al hospital. Un palo ensangrentado, mechones de cabellos, ropa manchada y un colchón con restos de sangre, son las pruebas encontradas en la casa de Víctor Hugo Ambertini, pareja de la infortunada, quien junto a su familia argumentaron que la víctima se había caído en el baño y que en esas circunstancias pudo haberse golpeado. Los médicos que practicaron la autopsia determinaron que Bulacio murió a causa de violentos golpes en la cabeza. El Tribuno, en el marco de la investigación, pudo saber que familiares de Ambertini se encuentran en el ojo de la tormenta, luego de las contradictorias versiones que dieron. Hay fuertes indicios de que la mujer habría sido agredida alrededor de las 14:30 del miércoles y que los familiares recién dieron aviso a la policía a las 16. En la casa viven los padres, hermanos, sobrinos y cuñados de Víctor Hugo Ambertini, el único detenido hasta el momento. Los brigadistas pudieron establecer que la mayoría de los integrantes del núcleo familiar se encontraban en el domicilio cuando ocurrió el fatal desenlace.
Por ese motivo, la fiscalía penal a cargo de Gonzalo Vega dio expresas directiva para que se investigue en profundidad al entorno familiar, ya que sospechan que estos podrían haber actuado como encubridores de lo sucedido. 

Drogas, alcohol y descontrol

La hermana del único sospechoso detenido, Verónica Ambertini, expresó que Víctor Hugo y Camila Bulacios consumían alcohol y que eran adictos a la pasta base. 
“Antes de lo sucedido mi hermano, Camila, mi pareja y yo habíamos estado en la bailanta que se realiza cuando terminan los corsos. Ahí ellos consumieron alcohol y drogas, después cuando volvimos a la casa cada uno se fue a su habitación. De a ratos los escuchábamos reír y después discutir, pero eso era normal en ellos cada vez que estaban drogados”, contó. 
La joven dijo que fue despertada dos veces por su hermano. En la primera ocasión le manifestó que Camila se había caído en el pozo ciego del baño y en la segunda cuando la alertó de que Camila no respiraba y que estaba fría. “Se trató de un hecho desgraciado producto de la ingesta de alcohol y drogas que consumieron ambos”, expresó. 

 

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