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EEUU y China ensucian la casi mitad del planeta

Martes, 30 de julio de 2013 22:14
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Cuando uno llega a Pekín, los dos aspectos que sobresaltan al visitante no son los legados históricos, que los tiene y muchos, sino la gran contaminación que cubre la ciudad y el tránsito infernal de automóviles que no deja lugar sin ocupar. Pero, aunque parezca mentira, China siendo el primer exportador mundial y segunda potencia del orbe, no es la mayor contaminante, sino que esto le corresponde a los Estados Unidos.

En Pekín es tal la cantidad de vehículos que no hay autopistas que alcancen y los embotellamientos son comunes a cualquier hora, incluso después de las 22. La capital tiene cinco anillos que la rodean, semejantes a la General Paz en Buenos Aires, pero los coches apenas se mueven y lleva horas cruzar la ciudad.

Este periodista estuvo cinco días en esa capital, pero en uno solo vio el sol. Es que la lluvia ácida que se representa en forma de niebla, con un gran espesor, presenta partículas de material seco que se posan sobre la tierra.

También en Shangai

Esta metrópolis, la más poblada del país que supera los veinte millones, tiene nada menos que quince mil rascacielos concentrados en un área relativamente pequeño. En 2010, con motivo de la exposición mundial, Shanghai recibió 73 millones de visitantes y sus autoridades hicieron lo imposible para disminuir, aunque sea momentáneamente, la contaminación. Para ello debieron cerrar por unos días las fábricas más peligrosas.

El crecimiento desmesurado que experimenta el país de Mao es considerado por los estudiosos como el mayor de la historia. Pero este desarrollo tuvo sus daños colaterales: produjo que la contaminación fuese de tal magnitud que en algunas ciudades la visibilidad quedó reducida a doscientos metros. Además, las personas no querían salir de sus casas por la cantidad de partículas dañinas que solo los vientos que soplan esporádicamente pueden barrer.

El gobierno asegura que invertirá 280 mil millones de dólares para combatir la contaminación y, al revés de los Estados Unidos, ya firmó y ratificó el Protocolo de Kioto.

Miles de muertos

Solamente en Pekín se registraron, el año pasado, 8.500 muertes prematuras. Estas se dieron en gran parte por la mala calidad del agua y la comida. Es más, en 357 de las 696 ciudades de China hay altos índices de contaminación. En efecto, hay pueblos denominados “del cáncer”, porque allí se presentan miles de casos de cáncer cerebral y trombosis. Es que la sustancia suspendida en el aire contiene material químico y tóxico, el cual ingresa al cuerpo y se aloja en los pulmones y la sangre.

Según la Asociación Americana del Pulmón, en los Estados Unidos, la situación también es mala, ya que 125 millones de habitantes viven bajo severa contaminación. Pittsburg y Los Ángeles son las que más sufren este problema, con altos índices de ozono que produce asma, tos, dolores en el pecho y hasta muerte prematura.

Desde el 2010 a la fecha, en Estados Unidos creció un 16% la contaminación, principalmente por la utilización de combustibles fósiles. Mientras tanto, en China, 500 millones de pobladores vivirán cinco años menos por el efecto invernadero.

Menos turistas

China recibió miles de turistas menos que el año pasado alertados por los peligros de la contaminación. En diálogo con El Tribuno, un empresario brasileño de Porto Alegre que reside allí desde hace dos años, aseguró que la mitad de los días del año no se ve el sol. Es que ese país consumió en 2011 unas cuatro mil millones de toneladas de carbón que emite dióxido de azufre y óxido de nitrógeno. Pero esto es muy difícil de cambiar, porque es lo que produce el 80% de su electricidad.

Otro ejemplo palpable de los daños es el del río Yangtsé, el tercero más largo del mundo, que termina su recorrido en las cercanías de Shanghai. Sus aguas no solo están sucias, sino que desde la mitad de su curso está cubierto por pantanos de basura tóxica.

En las casas muchos tienen purificadores de aire y de agua. Y en las grandes ciudades es muy común ver que quien posea un teléfono inteligente tenga una aplicación que mida la contaminación.

Primero, la superpotencia

Según la Organización Mundial de la Salud en el mundo mueren por año casi cinco millones de personas por los efectos explicados. Las fábricas constituyen el cuarenta por ciento de las causas, seguidos por los automóviles que consumen combustibles de origen fósil.

De toda esta contaminación, Estados Unidos es el que más aporta. Hasta ahora, y en especial por la negativa de George Bush, el país se negó a firmar el Protocolo de Kioto. Según el expresidente fue porque no se obliga a las naciones en desarrollo a cumplir con esta norma y porque afectaría enormemente su economía, factor esencial.

Organizaciones no gubernamentales aseguran que es el Pentágono el que produce la mayor contaminación en el mundo, sin embargo nunca es tratado como tal. Esto se debe a que posee seis mil bases militares en su territorio y mil en todo el mundo, las cuales usan 51 millones de litros diarios de combustibles, una cifra imposible de comparar.

Es más, la guerra en Irak, lanzada por los norteamericanos entre 2003 y 2007, contaminó el aire con 141 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono. Esto produjo un noventa por ciento de desertificación en el antiguo país árabe, que ahora debe importar el 80 por ciento de sus alimentos.

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