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20 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Un crimen, una pesquisa, dos policías y un amor inesperado

Jueves, 15 de mayo de 2014 01:27
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Hoy se estrena en Salta “Muerte en Buenos Aires”. La película marca el debut en la pantalla grande de la joven directora Natalia Meta. Está protagonizada por un elenco poco habitual para una ópera prima: el mexicano Demian Bichir, nominado al Oscar; el Chino Darín, que tiene en esta cinta su primer protagónico, luego de su destacada participación en la serie “Farsantes”, más figuras de la talla de Mónica Antonópulos, Carlos Casella, Emilio Disi, Jorgelina Aruzzi, Humberto Tortonese, Luisa Kuliok y Hugo Arana.

En las gacetillas, el filme se promociona como “un policial” que narra la historia del inspector Chávez (Demian Bichir), un rudo policía que queda a cargo de la investigación del asesinato de un hombre de la alta sociedad porteña de los años 80, secretamente vinculado al ambiente gay. En la escena del crimen conoce al agente Gómez (Chino Darín), un novato y atractivo policía que se ofrece como “carnada” para atrapar al asesino, y que poco a poco se convierte en su mano derecha.

Esa es una primera impresión sobre el filme. Pero hablando con Natalia Meta, es evidente que “Muerte en Buenos Aires” es una historia de varias capas que enriquecen la receta invariable del policial. Según la directora, el filme tiene algo de thriller, algo del clásico policial de expectativa, algo de historia de amor... “La película es un híbrido en cuanto a los géneros. La definición dependerá del espectador, de cómo lo sienta en ese sentido”, explicó a El Tribuno.

La primera chispa del guión de “Muerte en Buenos Aires” surgió cuando Natalia Meta salió del cine después de ver “Secreto en la montaña” (2005), película estadounidense ganadora de tres Oscar que narra la historia de dos vaqueros que se enamoran mientras trabajan en el pastoreo de ovejas. “Quise contar una historia similar, pero entre policías”, contó la directora. El giro inesperado tuvo (como en el caso de los rudos vaqueros) un efecto deconstructor de viejos estereotipos. “No me interesó tanto contar la trama policial como describir y narrar lo que le ocurre a un policía como persona, cuando investiga”, explicó Meta.

Pero el policial es un género potente y comenzó a cobrar relevancia. “Se hizo fuerte, pero no era mi intención principal abordar este género. Para mí, la trama policial, la fotografía, el glamour de los 80 fueron la forma que encontré para enmarcar una historia linda y a la vez difícil. Hoy aspiro a que el público se enamore de estos personajes y les crea las cosas que los movilizan”, confesó la directora y guionista del filme.

La película tiene numerosos guiños de época, pero no pretende ser un retrato naturalista de los años 80 en Buenos Aires. “No creo que refleje fielmente lo que significaba ser gay en la Argentina en aquella época, porque no era lo que yo buscaba. A mí me interesaba poder salir del naturalismo y contar la historia con una mirada más exótica. Es la manera nostálgica con la que yo recuerdo esa década”, explicó Meta.

“Muerte en Buenos Aires” comienza con un homicidio: Copito, uno de los coleccionistas de arte más prestigiosos de la ciudad, aparece muerto en su departamento. El agente Gómez, atractivo y novato policía, es consignado a preservar la escena del crimen hasta que llegue la brigada de investigaciones. Es en ese relevo que conoce a Chávez, un oficial experimentado, desconfiado y taciturno, y a Dolores (Mónica Antonópulos), su compañera de tareas.

Gómez y Chávez terminan encarando juntos la investigación. Y en esa pesquisa descubren también secretos que tenían encapsulados dentro de ellos mismos.

En este sentido, Natalia Meta reconoce que su película dice mucho más en el subsuelo que en la superficie: “El filme es, en cierta forma, un estudio sobre la contradicción. Refleja cómo aparece la contradicción en la vida de una persona. A veces en forma de deseo, de amor inesperado. Entonces no todo lo que uno siente y piensa es previsible. Ocurren cosas aparentemente insensatas en la vida”, reflexiona la directora.

Meta sostiene por otro lado que se planteó el objetivo de documentar casi amorosamente a Buenos Aires. “Más allá de la narración en sí, creo que la ciudad pasó a ser una protagonista más en la historia. Mucha gente me dijo que Buenos Aires está retratada hermosamente en el filme, en oposición a la ciudad caótica, fea y negativa que nos suelen mostrar últimamente en todos lados”, precisó.

Sobre el elenco de lujo de su ópera prima, Meta analizó: “Creo que lo conquistó a Demian Bichir fue la contradicción del personaje, que entra en un conflicto muy fuerte, inesperado. Me parece que para él fue un desafío interpretarlo. Lo que más me satisface de la película es el camino que recorre este personaje a nivel personal. Eso resultó ser muy efectivo, más allá de las sutilezas de la actuación o de si la trama policial era predecible o no. La vida de este policía que descubre cosas sobre sí mismo mientras va investigando un crimen es la esencia del filme”.

Para la directora, ese núcleo conflictivo íntimo y personal, absolutamente convincente, es el quid de toda la cuestión. “Y es lo que más se debería rescatar de la actuación de Bichir y Darín”, remarca, a modo de sugerencia final.

El filme se proyectará desde hoy en Cine Hoyts y Cine Ópera.

 

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