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"Hace más de dos semanas que supuestamente la Policía busca al asesino de mi hermana y no hay novedades. El viernes pasado llegó la Brigada de Orán al pueblo pero no terminaron de arribar y al poco tiempo se fueron. Prácticamente el caso está quedando abandonado. El martes fuimos al destacamento a pedir el número de teléfono de la fiscal Mónica Viazzi que está a cargo, pero nos dijeron que no lo tienen", relató con total indignación Maribel Argañaraz, hermana de la víctima.
Familiares y vecinos realizaron una marcha el lunes pasado para pedir justicia y también contención psicológica fundamentalmente para el pequeño hijo de la pareja, que tiene ocho años.
Los manifestantes calificaron a Correa, el presunto femicida, como un hombre "peligroso" y aseguraron que posee un amplio prontuario. Varios residentes de la zona dijeron haberlo visto en el monte, cerca de la finca San Juancito, donde vive su padre. "Tenemos mucho miedo", sostuvieron.
"Tiene muchos antecedentes. Mató a una persona antes: Leopoldo Arias. Estuvo en la cárcel por el homicidio y salió. También le dio una feroz golpiza a otro hombre, Santos Catán, por problemas familiares. Carlos es un hombre malevo, decidido a hacer daño", sostuvieron.
Elizabeth y Carlos convivieron 10 años y tuvieron un hijo que tiene ocho años. Actualmente el niño está al cuidado de sus abuelos maternos.
"Para que no sufra"
"Ahora el nene está con mis padres. Lo peor de todo es que Carlos mató a mi hermana, huyó para el campo y le dijo a un vecino que quería matar a su propio hijo para que no sufriera. Nosotros no podíamos creer eso. Pero hace unos días nos dimos con que desaparecieron la partida de nacimiento y el DNI de mi sobrino. Carlos se llevó los documentos. Creemos que planeaba matar al chiquito, pero gracias a Dios por algún motivo no lo hizo", dijo Maribel al borde del llanto.
"Mi sobrino está muy mal. Sabe que su mamá se fue al cielo pero no tiene idea de los detalles y nosotros tampoco se los contaríamos. Incluso el nene siente culpa porque nos dice "si yo me hubiera ido con papá, no hubiera pasado''", añadió entre sollozos.
Hacía dos semanas que Elizabeth quería separarse del agresor. "Ella vivía amenazada. Él la golpeaba, la insultaba. Ella lo denunció dos veces, pero la Policía solo hizo una mediación, siendo que con ese hombre era imposible que mi hermana mediara. Ella misma decía: con él no puedo arreglar las cosas por las buenas", recalcó.
Antes de ser asesinada, Elizabeth habría intentado hacer una tercera denuncia pero en la comisaría de Rivadavia Banda Sur no se la quisieron tomar.
"Pido justicia que no abandone el caso. Ahora estamos con custodia policial. Todos los vecinos del pueblo le tienen miedo a Carlos. Hay terror de que vuelva. Queremos investigadores capacitados que puedan capturarlo", remarcó Maribel.
Sara Sardina, docente y compañera de trabajo de la mujer ultimada, expresó: "Elizabeth era tranquila, alegre. Estamos todos dolidos. Pedimos que nos apoyen. La familia afectada no recibió contención psicológica. Es fundamental que el niño tenga esa ayuda".