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Canto, poesía y fogones en la primera Serenata a Cafayate

La fiesta serenatera se realizó los días 8 y 9 de febrero de 1974.
Domingo, 04 de febrero de 2024 00:39
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El próximo jueves 8 de febrero, la primera Serenata a Cafayate cumplirá sus bodas de oro, un aniversario, por cierto, muy especial. La noticia sobre su realización se publicó en El Tribuno el 24 de enero de 1974 (Página 9, Sección Cartelera). Ese testimonio documental titulado "Serenata a Cafayate, una iniciativa en busca de concreción definitiva", no tenía firma pero en ella estaba la inconfundible pluma de Cesar Fermín Perdiguero. Decía así: "La dirección de Radio Salta, (doctor Urrestarazu, Altuna y Echardt) convocó en horas de la mañana de la víspera, a una conferencia de prensa. Fuimos y encontramos lanzada a todo vapor una iniciativa: la Serenata a Cafayate. Trátase –continua la crónica- de una gigantesca movilización artística desde y hasta Cafayate para las noches del 8 y 9 de febrero venidero. No hay de por medio interés ni lucro, solamente la intención de ofrecer al pueblo y turistas que van a Cafayate, una gran muestra cancionera y la oportunidad de revivir la añeja costumbre de dar serenatas. Cesar Perdiguero y Juan Carlos Lagomarsino estarán en la animación de la fiesta, habiendo ya prometido su participación los artistas Marcos Tames con El Chañarcito, El Cuarteto Salta, Los Hermanos Gutiérrez, Martín Bustamante , Alicia Aguilar, Martín Salazar, Víctor Ruíz, Alborada, conjuntos de Santa María (Catamarca) y bagualeros del valle".

Poetas y fogones

Más adelante, El Tribuno cuenta que con motivo del festival se estaba convocando a todos los poetas del norte: "La comisión organizadora –dice- hace una convocatoria a los poetas del NOA para que participen de un certamen poético con importantes premios, sobre el tema "Serenata a Cafayate". Asimismo, existe la intención de organizar el Fogón de los Amigos y las recaudaciones que allí se obtengan, serán gestionadas como ayuda para el Hospital de Cafayate. También, y por inspiración de Pepe Lacasa, dilecto cafayateño, se instituirá una medalla de oro denominada "Juan Calchaqui" que será otorgada a aquellos que luchan por el engrandecimiento de Cafayate". Finalmente, este primer documento gráfico que hoy damos a conocer luego de cincuenta años, concluye: "La iniciativa ya está lanzada, mucha gente importante busca su concreción y por la finalidad que lleva, merece su apoyo".

Repercusiones

Días después del lanzamiento oficial, Cesar Perdiguero, entusiasta fogonero de las serenatas que solía dar desde el imaginario pescante de su "coche de plaza", escribe: "La convocatoria ha encontrado un notable eco en todos aquellos que ven la gran oportunidad de restablecer una costumbre nostalgiosa y romántica cual es la de dar serenatas. Y será –prosigue- la "Serenata a Cafayate" una inmensa convocatoria cancionera de guitarras y bombos, con cajas y versos volando desde el corazón de la uva por el vuelo de cantores y poetas".

Y mientras a fines de enero de 1974 crecía en Cafayate el entusiasmo por la fiesta, aquí en Salta nuestra música nativa sufría una dolorosa pérdida. Había fallecido el músico y maestro Pedro "Perico" Rioja (padre). Sobre su trayectoria, Cesar Perdiguero escribió entonces: "Perico Rioja ya no está entre nosotros, ha iniciado el camino para comenzar a ser algo más que un recuerdo. Salteño de nacimiento, con su bandoneón se convirtió en un verdadero "pionero de cacharpayas" y maestro de músicos del Ejército Argentino y también de maestros como Mario Vallejos, Martín Zalazar, Gustavo "Payo" Solá, Luis Pessini, Marcos Tames y tantos más. Seguramente que entre las uvas, el vino y las coplas de la Serenata a Cafayate, el canto nativo evocará el nombre de Pedro "Perico" Rioja".

Primer escenario

A días que comenzara la primera edición serenatera, El Tribuno, que a diario reflejaba detalles de la organización a través de una columna, anunció que en Cafayate ya se estaba levantando el anfiteatro. "Estará en una esquina céntrica gracias a la generosidad de la firma Antonio Lovaglio SA. y gracias también al entusiasmo y la capacidad técnica de los hermanos Lagomarsino".

Y a medida que pasaban los días, se sumaban por iniciativa propia de los cafateños, actividades paralelas al festival. Y así, al certamen poético anunciado en la primera conferencia, se agregaron tres concursos gastronómicos: empanada, tamal y locro. Y a la par, se fue armando un crecido número de comisiones que tendrían por fin velar por el éxito de esta novedosa experiencia festivalera. Entre esas comisiones estaba la integrada por el intendente Bravo, el párroco Cipriano García, el ingeniero Angel Lovaglio, Francisco Oyarzún, Benjamín Nanni, los senadores Pablo Ríos y Luis Herrero, Luis Merino, Néstor Daluich, Ramiro Michel, Osvaldo "Palo" Domingo y José Román. Y pronto hicieron su aporte los sindicatos de Obreros Municipales y los Vitivinícolas y del señor Andrés Pizza, concesionario de las hosterías del Automóvil Club de Cafayate y San Carlos.

Carmencita Llimos, una niña por aquellos años, nos regala su testimonio de esas maratónicas jornadas previas al festival: "Recuerdo –cuenta- que un día de enero de 1974 la amiga Adriana Lacasa Briones nos contó que la poetisa santiagueña Carola Briones, Perdiguero, Arnaldo y otros amigos habían ideado una fiesta que iban a llamar Serenata, para rememorar el Cafayate de los años 30 y 40, cuando el pueblo era el reino de las serenatas. Para los jóvenes, esta noticia nos trajo una inmensa alegría ya que febrero era un mes muerto, toda la gente joven se iba a estudiar. También recuerdo que decían que iban a poner un tonel en la plaza y que desde allí correrían ríos de vino… En fin, luego de mucho trabajar pues hasta las sillas de la platea acomodábamos, llegó el día del debut. Un lleno total. ¡Un éxito! Frente de la policía estaba un precario escenario en medio de un ambiente familiar. Primera fila, familias Daruich, Oyarzun, Echardt, Mercedes de Delacasa, Ñatita Novillo, Blanquita Echart, Tina Sánchez Alisedo, Piluca de Lovaglio, Gringa Gil de Lovaglio, Alicia Gil, las familias Abdala, Briones, Azcárate, Lávaque, Herrero, Román, Nanni… Estaba todo el pueblo. Nadie fue ajeno al festejo, todos aportamos algo y la verdad, creo que nadie pensó que iba a tener semejante éxito y mucho menos que algún día estaría cumpliendo sus bodas de oro. Entre los fans recuerdo a los seguidores del "Coya" Bustamante y del dúo Martín Salazar y el "Negro" Víctor Ruíz, una yunta de otra dimensión, entre romántico, cabaretero y popular, con todos los condimentos…". Por fin, Carmen recuerda que a su casa llegaron Ramiro y Martín Miguel Dávalos, muy amigos de Carola Briones, y otros creadores. "Lamentablemente –nos dice-al poner nombres quedarán muchos afuera y eso no es justo porque todo el pueblo de Cafayate colaboró".

El día más esperado de aquel inolvidable verano cafayateño

Finalmente llegó el 8 de febrero de 1974, el día más esperado de aquel inolvidable verano cafayateño. Para ese día El Tribuno editó un suplemento especial dedicado a Cafayate y su fiesta (foto). Hoy, de ese material hemos extraído datos que en la actualidad son parte de la historia de la Serenata a Cafayate. Por ese documento gráfico sabemos quiénes fueron los artistas que aquella primera noche subieron al escenario animado exclusivamente por Cesar Perdiguero y Juan Carlos Lagomarsino. Ellos fueron: Marcos Tames y su conjunto "El Chañarcito", Martín Bustamante, "El señor del verso coya", Los Quechabogui, Dúo Alborada, El Cuarteto Salta, Rodolfo Ibarra y su cuerpo de baile, Rolando Sabate, Julio Cesar "Acuarela" Ulivarri, el dúo Martín Salazar-Víctor Ruíz, Martín Miguel Dávalos, Los Cafayateños, el dúo de los hermanos Villagrán, "Isbelio Godoy y su arpa india", Los hermanos Gutiérrez y el Cuarteto Típico "Arolas".

Otra atracción fueron los Fogones Criollos donde se sirvieron comidas regionales con el fin de recaudar fondos para las entidades benéficas de Cafayate.

En la segunda noche, estuvieron en el escenario, además de los salteños, artistas catamarqueños como el solista Juan Carlos Sánchez, el dúo de los hermanos Villagrán y "El Fiero Carnavalito". De pueblos aledaños se presentaron Calixto Ríos, Hugo Guantay y Raúl Quiquinto.

Los premios

Y ya al filo del jueves 7 de enero, se expidió el jurado del certamen poético. Walter Adet, Raúl Aráoz Anzoátegui y Carola Briones dictaminaron que el primer premio era para el seudónimo "Papel", de Jorge Díaz Bavio, el segundo para "Quiensabe", de Benjamín Toro y mención especial para "Ñancul", de Mario E. Villada por su poema "Cafayate".

Las tres distinciones "Juan Calchaquí" fueron para el poeta y plástico Calixto Mamaní; Rodolfo Bravo, fundador del museo Arqueológico y Sixto Maita, artesano telero y cestero. Los tres, destacados hijos cafayateños. Era un hermoso diseño sobre una medalla de oro.

La despedida

Por último, el domingo 10 y modo de despedida, se presentó la Brigada de Paracaidismo del Aero Club Salta, cuyos integrantes se arrojaron desde un avión cedido por la provincia, usando paracaídas nacionales.

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