Las urbanizaciones son entramados elaborados. Toda una progresión geométrica que parte de barrios, municipios y provincias hasta llegar a naciones que solo se representan en grandes escalas. Pero es en pequeñas proporciones que se muestran y recomiendan soluciones para -como definió Brian Prunesti, un joven cordobés y expositor de la Olimpiada Nacional en Construcciones- “acercarnos los constructores a la gente”. Cómo superar las planificaciones urbanas actuales para el beneficio de las sociedades. Cómo trabajar cuando el crecimiento incalculable de las poblaciones y el escaso espacio horizontal disponible en las ciudades son los adversarios. Cómo diversificar la información y los conocimientos para evitar la contaminación del ambiente y la falta de oportunidades. Unos 1.500 jóvenes de todo el país aceptaron el desafío de plantearse seriamente estos problemas y aplicaron sus conocimientos para integrar materiales adecuados a diferentes geografías y estilos de vida, frenar la degradación del medio ambiente y crear oportunidades de habitabilidad igualitarias.

Los pasos del certamen

En el Centro de Convenciones de nuestra ciudad se está desarrollando, a partir del 25 de este mes, la instancia nacional de la Olimpiada Nacional en Construcciones 2013, organizada por el Ministerio de Educación de la Nación. El 22 y 23 de octubre pasado, estudiantes de todo el país compitieron en la instancia regional que tuvo diversos escenarios: por el NOA, Salta; por CABA Cenet, Mar del Plata (Buenos Aires); por el NEA, Puerto Iguazú (Misiones); por Cuyo, San Martín (Mendoza) y por La Patagonia Santa Rosa (La Pampa).

Los 1.500 que llegaron a Salta fueron seleccionados entre diferentes escuelas técnicas de gestión pública y privada especializadas en Construcciones. Los chicos provienen de La Quiaca, Iruya, Mendoza, Misiones, Buenos Aires, Capital Federal y Jujuy, entre otros lugares. En cada etapa los estudiantes, acompañados de sus docentes, tuvieron que resolver y crear proyectos de construcción que reflejaban diferentes realidades o necesidades de sus ámbitos de origen. En este caso, los equipos compiten con sus maquetas de viviendas de interés social, multifamiliar y unifamiliar.

Representando a Salta, participan seis escuelas de educación técnica con orientación en Maestro Mayor de Obras. Se trata de las unidades educativas 3.107, 3.140 y 3.149, de capital; la 3.134, de Orán; la 3.133, de Metán y la 3.161, de Chicoana. En las maquetas de los equipos locales se puede percibir que los jóvenes se inspiraron en el paulatino crecimiento de la población salteña y la escasez de terrenos disponibles, lo que impulsa las propuestas de un desarrollo urbanístico vertical, para aprovechar eficazmente todos los espacios.

Por otra parte, en los más de setenta stands que los visitantes pueden recorrer, se aprecia una diversificación de modelos y contenidos. Los participantes exhiben sus trabajos con amabilidad y precisión. Además de las maquetas a pequeña escala, cuyos detalles manejan perfectamente, exhiben la documentación de la obra como los planos de arquitectura, el municipal, de replanteo, de instalaciones y de estructura, con cálculo de la estructura, cómputo y gestión de obra.

La competencia a contrarreloj

Otros jóvenes compiten en las tres pruebas integradoras que se están desarrollando desde el 26 hasta hoy. Por ejemplo cuando les dieron la primera consigna, debieron, a partir de una planta dada de una vivienda unifamiliar identificar locales, seleccionar los materiales y colocar las aberturas, artefactos y mobiliario. Cada desafío se va revelando de a poco a través de la página web del INET, el organismo del Ministerio de Educación que tiene a su cargo la coordinación de la aplicación de políticas públicas relativas a la educación técnico-profesional. Al mismo tiempo, los docentes que vienen acompañando las delegaciones participan de charlas y capacitaciones.

Resurgimiento de las técnicas

El profesor Diego López Morillo, referente jurisdiccional del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) en Salta, destacó que “la educación técnica está refloreciendo. En algún momento estaba casi destruida y en 2005 resurgió cuando salió la ley de educación técnica (la 26.058), que estableció el Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional por un porcentaje del presupuesto nacional (0,2% del total de los ingresos), que para 2014 van a ser de 60 millones y que se emplea en la ampliación de albergues, compra de insumos y maquinarias, viajes a exposiciones, bicicletas para traslado de los chicos o abonos estudiantiles”. Además apuntó que el INET busca por todos los medios la igualdad de oportunidades. “Las escuelas técnicas son costosas y no hay en todos lados. Los alumnos este año pusieron su atención en la discapacidad, el respeto del medio ambiente, viviendas sustentables en las que se optimiza la calefacción e iluminación, los materiales renovables y sustentables y eso es valioso”, se enorgulleció.

Viviendas para emergencias

El Proyecto Federal Eco-Delta proviene de Capital Federal, más precisamente de los alumnos Rolando Arisó, Sebastián Librante y Denis Giacci, que cursan el último año de la orientación en Construcciones en la EET 9 Ing. Luis Augusto Huergo. Esta institución tiene otra tres especialidades más: Química, Mecánica y Eléctrica. El equipo de constructores de la técnica 9 competía en la categoría de vivienda unifamiliar. Los chicos dispusieron en una maqueta -realizada con esmerados detalles- dos viviendas unidas por un muro cortafuego que comparten los núcleos húmedos. Describieron su proyecto a los visitantes, parte por parte y punto por punto. Entre los pormenores, se puede citar que los tanques de agua van arriba de la cumbrera del techo a 50 cm, para lograr una buena presión de ducha. Además el techo está conformado por ruberoi, el aislante térmico que actuaría como antihidrófugo, luego los pistones escurridores, la lana de vidrio y las clavaderas con la capa. Los revestimientos se hacen con azulejos y cerámicos.

La construcción de una casa de este tipo demanda tan solo dos semanas y el costo es $3.000 por m2. Cada casa tiene 50 m2. La vivienda se puede emplazar en un terreno de emergencia y luego desarmarla y transportarla, porque el material no sufre deformaciones. Incluso lo único que no se puede llevar: la cimentación se reutiliza como cascote. El proyecto es pasible de aplicar en todo el país, lo único que varía es la madera que se emplea en la construcción. En el caso de Salta, los chicos recomiendan el lapacho. El único impedimento es que siempre se coloque sobre suelo blando, porque la platea no se adapta a otro tipo de terreno. Aunque sí se puede poner sobre pilotes, lo que, advierten, encarece el precio de la vivienda y el espacio.

“Nos gustó pensar que no estamos ayudando a una familia a que tenga su casa, sino que pensamos en muchos”, destacó Rolando. Sebastián, por su parte, opinó que “no estamos haciendo algo comercial como una inmobiliaria, sino social. Una solución de emergencia para cuando, por ejemplo, se produzca un incendio y veinte familias se queden sin casa. Se construyen diez de estas y se cubre la necesidad hasta que se puedan reubicar”.

La manzana pública

Los alumnos de la EET 3107 Juana Azurduy de Padilla trabajaron con la premisa de volver a la manzana de uso público, que según ellos debería estar incluida en toda urbanización y que contiene todas las necesidades que se detectan en un barrio. En una hectárea proyectaron viviendas multifamiliares, unifamiliares y adaptadas para discapacitados, a las que rodearon de un centro comercial, paseos peatonales, canchas polideportivas, delegación municipal, un centro comunitario, un anfiteatro, espacios verdes y dos plazoletas. Las construcciones de esta manzana estarían efectuadas con materiales tradicionales, pero siguiendo las pautas del sistema antisísmico que corresponde a Salta: la zona 3.

Una propuesta de habitaciones moviles

Entre los stands, el que atrajo especial atención de los estudiantes de otras provincias fue el de la EET 3134 de Orán, debido a la extraordinaria novedad de su vivienda social industrializada fabricada con cañas de bambú y construida en seco. “Tratamos de aprovechar la materia prima que hay en la zona. El bambú tarda dos o tres años en tener una pulgada de espesor. Esta es una vivienda económica porque los 49 m2 valen $48.000. Tiene cocina-

comedor, dos dormitorios, baño, un lavadero y un porsche”, explicó a El Tribuno Gaudalupe Sánchez. Esta construcción con paneles de bambú se levanta en un mes y permite dividir un ambiente en dos sin problemas y en cualquier momento. Es ecológica porque se utilizan materiales como retac (panes que se elaboran en Buenos Aires con iguales dimensiones que un ladrillo común, pero hechos con ceniza volcánica). También fibra de lana de vidrio para la aislación termoacústica, tarima y para el techo T-PLAK de papel pet de 12 mm.

Un edificio con acceso para todos

Angélica Romero, Marcelo Chuchuy y Brian Prunesti, del Colegio Ingeniero Carlos Cassaffousth, de Córdoba, trabajaron con dos conceptos de vanguardia: la superación de barreras arquitectónicas y medio ambiente y sustentabilidad. En la categoría viviendas multifamiliares, proyectaron un edificio con negocios y locales en el frente y detrás 30 departamentos, dotado de un sistema de tratamiento de aguas grises para todas las aguas jabonosas del predio, más una terraza verde. “Nosotros supimos que el 10% de la población argentina son discapacitados. Entonces de los 27 departamentos que tiene el edificio, sacamos 3. Todos tienen puertas adaptadas para personas con problemas motrices. Además pueden circular por todo el edificio, incluso por los locales, que tienen escalera y se les colocó un ascensor panorámico. Nada de esos que son neumáticos, sino uno completo para uso de discapacitados. Buscamos franquear la barrera entre los constructores y ellos”, expuso Brian.

 

 

 

 

 

 

 


 

 

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