Estoy indignado con la nueva forma que han tomado las campañas a favor del aborto. Ahora, adornadas con sus pañuelos verdes, las actrices vienen a solidarizarse con una denuncia de violación que sufrió una de ellas. La violación es una aberración, y no debe ponerse en discusión. Es un hecho condenable. Lo que es absurdo, me parece, es imaginarse que sancionando la legalización del aborto habrá menos violaciones. Me parece que el testimonio de la actriz fue muy fuerte, muy creíble, y recibió la solidaridad espontánea de infinidad de padres de adolescentes.
La sociedad no tiene la culpa de que haya violadores, y las leyes tampoco. Creo que hacer campaña de ese tipo con una denuncia es utilizar políticamente la tragedia. Y digo tragedia porque después de escuchar al acusado no parecen quedar dudas de que lo que dijo Thelma Fardín es cierto. No me pidan apoyo a favor del aborto. Contra los violadores, el que quieran.