Un triunfo viene bien para mirar con otra perspectiva el futuro. Juventud Antoniana venía de tres empates en forma consecutiva, aunque lograba sumar, su posición en la tabla le indicaba que tenía que volver a ganar para ubicarse mejor, de cara a lo que queda en esta etapa del torneo Argentino A. Por eso los tres puntos que consiguió el santo, en la victoria frente a Sportivo Belgrano de San Francisco, Córdoba, por dos a uno, le dejó mejor parado para lo que vendrá
Pero a Juventud le sorprendió y maniató la buena producción que mostró el equipo cordobés, especialmente en el primer tiempo y donde, por intermedio de Juan Aróstegui se puso en ventaja. Si esta etapa finalizaba con un diferencia mayor a favor de la visita nadie objetaba nada, porque mostró un juego compacto, con buen trato del balón y punzante en ataque ante un defensa local que no otorgaba seguridad.
El cambio de Jorge Peirone por Rodrigo Ríos produjo un vuelco en el trámite del cotejo. Oscar Domínguez acertó en la función de cinco y Hernán Hechalar, un todo terreno, comenzó a hacer de las suyas.
Cuando desde la tribuna el descontento bajaba con insistencia, el mismo Hechalar aprovechó una desinteligencia y anotó la igualdad. Salió Belgrano a querer otra vez a tomar las riendas del partido. En un tiro de esquina todos reclamaron el agarrón de Mariano Miró a Aróstegui, dentro del área, pero el árbitro Francisco Acosta, dejo seguir.
Vino la replica de Juventud y la pelota quedó a pedir de Juan Manuel que en la puerta del arco no perdonó y provocó la algarabía antoniana.
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Un triunfo viene bien para mirar con otra perspectiva el futuro. Juventud Antoniana venía de tres empates en forma consecutiva, aunque lograba sumar, su posición en la tabla le indicaba que tenía que volver a ganar para ubicarse mejor, de cara a lo que queda en esta etapa del torneo Argentino A. Por eso los tres puntos que consiguió el santo, en la victoria frente a Sportivo Belgrano de San Francisco, Córdoba, por dos a uno, le dejó mejor parado para lo que vendrá
Pero a Juventud le sorprendió y maniató la buena producción que mostró el equipo cordobés, especialmente en el primer tiempo y donde, por intermedio de Juan Aróstegui se puso en ventaja. Si esta etapa finalizaba con un diferencia mayor a favor de la visita nadie objetaba nada, porque mostró un juego compacto, con buen trato del balón y punzante en ataque ante un defensa local que no otorgaba seguridad.
El cambio de Jorge Peirone por Rodrigo Ríos produjo un vuelco en el trámite del cotejo. Oscar Domínguez acertó en la función de cinco y Hernán Hechalar, un todo terreno, comenzó a hacer de las suyas.
Cuando desde la tribuna el descontento bajaba con insistencia, el mismo Hechalar aprovechó una desinteligencia y anotó la igualdad. Salió Belgrano a querer otra vez a tomar las riendas del partido. En un tiro de esquina todos reclamaron el agarrón de Mariano Miró a Aróstegui, dentro del área, pero el árbitro Francisco Acosta, dejo seguir.
Vino la replica de Juventud y la pelota quedó a pedir de Juan Manuel que en la puerta del arco no perdonó y provocó la algarabía antoniana.