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19 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Viernes, 20 de mayo de 2011 22:26

“Mi marido es inocente, un buen marido y un excelente padre, querido por todo el pueblo de Santa María de Catamarca. Doy fe de ello y de su inocencia. El no fue el que mató al profesor universitario Diego Esper. No hay ninguna prueba de ello”, dijo ayer en El Tribuno Ramona Rasgido (36), la esposa del camionero catamarqueño Rodolfo Benjamín Suárez (33), el único detenido, desde hace siete meses, y principal sospechoso del crimen cometido en septiembre del año pasado. La mujer, que sufre de un cáncer de tiroides y se trata en Salta, manifestó que “hay pruebas de que cuando ocurrió el crimen y yo estaba internada en el Instituto de Endocrinología, él estaba conmigo. Se lo he dicho al juez de la causa, Pablo Farah, y le he pedido que cite a los guardias y a los médicos, pero no quiere. Que pueda haber tenido contactos telefónicos con el docente, puede ser, pero de ahí a entrar, matarlo e irse, hay un trecho muy grande. El (por Suárez) tiene un prontuario totalmente limpio”.
“Este caso va camino a la impunidad, eso es lo más grave”, advirtió el abogado del sospechoso, Santiago Pedroza. “La investigación del juez, que es el mismo que llevó la causa del asesinato del expresidente de la Corte Reston Abraham, que quedó impune, es muy incompleta. Hallaron tres ADN desconocidos en el departamento de Esper y no los han cotejado con el entorno del occiso, como se ha pedido”, puntualizó.

 

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“Mi marido es inocente, un buen marido y un excelente padre, querido por todo el pueblo de Santa María de Catamarca. Doy fe de ello y de su inocencia. El no fue el que mató al profesor universitario Diego Esper. No hay ninguna prueba de ello”, dijo ayer en El Tribuno Ramona Rasgido (36), la esposa del camionero catamarqueño Rodolfo Benjamín Suárez (33), el único detenido, desde hace siete meses, y principal sospechoso del crimen cometido en septiembre del año pasado. La mujer, que sufre de un cáncer de tiroides y se trata en Salta, manifestó que “hay pruebas de que cuando ocurrió el crimen y yo estaba internada en el Instituto de Endocrinología, él estaba conmigo. Se lo he dicho al juez de la causa, Pablo Farah, y le he pedido que cite a los guardias y a los médicos, pero no quiere. Que pueda haber tenido contactos telefónicos con el docente, puede ser, pero de ahí a entrar, matarlo e irse, hay un trecho muy grande. El (por Suárez) tiene un prontuario totalmente limpio”.
“Este caso va camino a la impunidad, eso es lo más grave”, advirtió el abogado del sospechoso, Santiago Pedroza. “La investigación del juez, que es el mismo que llevó la causa del asesinato del expresidente de la Corte Reston Abraham, que quedó impune, es muy incompleta. Hallaron tres ADN desconocidos en el departamento de Esper y no los han cotejado con el entorno del occiso, como se ha pedido”, puntualizó.

 

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