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Jueves, 26 de mayo de 2011 12:18

Por estos días, las empresas de ómnibus del sistema que gerencia Saeta deambulan por las estaciones de servicio en busca de gasoil, y a duras penas consiguen el combustible que escasea en sus tanques, a valores que trepan desde los $3,70 hasta los $4,26 el litro. Mientras algunos expendedores especulan con el crítico momento, la cotización del diésel en los surtidores promedia para las líneas salteñas de colectivos cuatro veces por encima del valor al que lo recibían subsidiado, directamente desde los camiones cisterna de Repsol-

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Por estos días, las empresas de ómnibus del sistema que gerencia Saeta deambulan por las estaciones de servicio en busca de gasoil, y a duras penas consiguen el combustible que escasea en sus tanques, a valores que trepan desde los $3,70 hasta los $4,26 el litro. Mientras algunos expendedores especulan con el crítico momento, la cotización del diésel en los surtidores promedia para las líneas salteñas de colectivos cuatro veces por encima del valor al que lo recibían subsidiado, directamente desde los camiones cisterna de Repsol-

YPF, a sólo 97 centavos el litro.

El esquema de subvenciones que el Gobierno nacional prorrogó año tras año con las petroleras, desde 2002, transita la primera mitad de 2011 con recortes cada vez más ostensibles. Aquel cupo inicial de 1.473.000 litros que las operadoras de los corredores de Saeta recibían subsidiados se redujo, por sucesivos recortes, a sólo 943.000 litros. El retroceso comenzó en 2010 con una quita del 16% aplicada por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y se profundizó ahora con un nuevo recorte del 20% resuelto por Repsol-YPF. La petrolera apoyó su decisión unilateral en las pesadas sumas que adeuda la Nación por las compensaciones del combustible que empresas de ómnibus, subtes y ferrocarriles reciben a valor subsidiado para mantener los boletos en los valores actuales.

En medio de este conflicto, por la escasez y encarecimiento del gasoil, muchas ciudades del país empiezan a sufrir restricciones en los servicios de transporte público de pasajeros, como en San Miguel de Tucumán, Córdoba, Paraná y La Plata, cuyo gobierno municipal acaba de interponer un recurso de amparo, ante la Justicia Federal, en busca de torcer el rumbo del desabastecimiento que pone en vilo los servicios de transporte de pasajeros en diferentes rincones de la Argentina.

En Salta, la crisis del gasoil tiene un agravante, ya que los cien colectivos de seis cilindros que la Provincia adquirió a la empresa Tatsa e incorporó este año a los corredores del sistema metropolitano, consumen un 67% más de gasoil que los Mercedes Benz 2005, de cuatro cilindros, que Saeta entregó a la fábrica de Buenos Aires en parte de pago de los Puma D12.

La operación, recordemos, se enmarcó en una cuestionada licitación en la que el anterior directorio Saeta desoyó todas las advertencias de la comisión evaluadora, que en un extenso dictamen técnico había desaconsejado la compra de los Puma de seis cilindros, fundamentalmente, por su alto consumo.

En el acta de adjudicación, de octubre de 2010, el directorio de la sociedad estatal del transporte esgrimió una nota de paridad de consumos entre los Puma de seis cilindros y los Mercedes de cuatro, invocando una supuesta nota de la CNRT que así lo indicaba.

Hoy los registros de consumo del sistema muestran que los Puma D12 consumen 5,50 litros cada cien kilómetros, contra los 3,30 litros que gastan los Mercedes para recorrer la misma distancia. Dicho en otros términos, con los ómnibus seis cilindros de Tatsa el consumo de combustible de la flota de Saeta se acrecentó un 67%. Y hoy no sólo escasea el gasoil, sino que por diferentes recortes dejaron de llegar a Salta 530.000 litros subsidiados a $0,97. Hoy ese volumen debe ser cubierto con aprovisionamientos en la plaza local a valores que encarecieron los consumos de combustible del sistema, en un año, en más de 1,7 millones de pesos mensuales. El tema es que las empresas de ómnibus, más allá de la incomodidad que tienen para conseguir gasoil, no cargan con este encarecimiento de costos, que debe ser soportado por Saeta.

Comparación

Los Puma. Según registros de consumo tomados por la CNRT, los colectivos adquiridos a Tatsa consumen 55 litros cada cien kilómetros recorridos en los corredores que gerencia la Sociedad Anónima del Estado de Transporte Automotor (Saeta). Son unidades con motores D12, de seis cilindros, y una alta cilindrada: 7.115 centímetros cúbicos.

Los Mercedes. De acuerdo con los registros de consumo de la CNRT, en los corredores del sistema metropolitano los ómnibus Mercedes Benz de la flota de Saeta consumen 33 litros cada cien kilómetros. Son unidades con motores Mercedes Benz 1618, de cuatro cilindros, y 4.249 centímetros cúbicos de cilindrada.

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