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Martes, 31 de mayo de 2011 12:39

El Gobierno distinguió ayer a los efectivos de la División de Medio Ambiente que intervinieron en el operativo que puso al desnudo a los narcopolicías salteños. Son el oficial auxiliar Gustavo Ariel Gerardi, el sargento Humberto Olber Arias, el cabo Claudio Alejandro Retambay y los agentes Gustavo Alejandro Rojas y Rubén Quiñones Gajardo. Pero lo que estos policías descubrieron, casi por casualidad, es un hecho grave que hoy preocupa al Gobierno salteño y al gabinete nacional. Se teme, concretamente, que esta sea sólo la cabeza de un iceberg, la punta de una organización con ramificaciones en el exterior y en el resto del país.
La cartelización de las policías es uno de los flagelos más graves que padecen los países asolados por el narcotráfico, cuya expresión más dramática la ofrece hoy México. Las autoridades salteñas están mucho más afligidas de lo que expresan: creen que la mano de la droga ya se posó en la fuerza.

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El Gobierno distinguió ayer a los efectivos de la División de Medio Ambiente que intervinieron en el operativo que puso al desnudo a los narcopolicías salteños. Son el oficial auxiliar Gustavo Ariel Gerardi, el sargento Humberto Olber Arias, el cabo Claudio Alejandro Retambay y los agentes Gustavo Alejandro Rojas y Rubén Quiñones Gajardo. Pero lo que estos policías descubrieron, casi por casualidad, es un hecho grave que hoy preocupa al Gobierno salteño y al gabinete nacional. Se teme, concretamente, que esta sea sólo la cabeza de un iceberg, la punta de una organización con ramificaciones en el exterior y en el resto del país.
La cartelización de las policías es uno de los flagelos más graves que padecen los países asolados por el narcotráfico, cuya expresión más dramática la ofrece hoy México. Las autoridades salteñas están mucho más afligidas de lo que expresan: creen que la mano de la droga ya se posó en la fuerza.


 

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