¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Una familia de 9, en un carro sanguchero

Martes, 21 de junio de 2011 22:32

Decir que viven casi a la intemperie no es exagerar. Afirmar que sobreviven en condiciones infrahumanas, tampoco. Esa es la situación de Valeria Mamaní, su esposo Hugo, su hijo Leonardo y sus 6 sobrinos: Matías (14), Romina (11), Lorena (10), Marisa (8), Jeremías (6) y Abel (5).

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Decir que viven casi a la intemperie no es exagerar. Afirmar que sobreviven en condiciones infrahumanas, tampoco. Esa es la situación de Valeria Mamaní, su esposo Hugo, su hijo Leonardo y sus 6 sobrinos: Matías (14), Romina (11), Lorena (10), Marisa (8), Jeremías (6) y Abel (5).

“Hasta hace 4 meses vivíamos a una casa prestada, pero los dueños me la pidieron y me tuve que venir aquí con todos los chicos”, dijo Valeria a El Tribuno.

El problema gravísimo es que el “aquí” es un carro sanguchero de 1,50 x 3 metros, colocado en un terreno que está a 100 metros del río Arenales, en el barrio Santa Clara de Asís. Tampoco cuentan con agua ni energía eléctrica, mucho menos con un baño ni una letrina siquiera.

Para cocinar Valeria tiene que pedir agua a los vecinos, que ya la miran con mala cara, lo mismo que para bañar a los chicos, quienes utilizan “los yuyos como baño”, reconoció la mujer.

Guarda legal de los sobrinos

La historia es complicada pero habla de un compromiso familiar muy grande. Valeria (27) vivió hasta hace 3 años en la provincia de Jujuy, donde trabajaba en una finca junto a su marido y su niño, hoy de 5 años.

Pero en 2008 se enteró de que una hermana había abandonado a sus 5 hijos, que los chicos estaban en la Sala Cuna y a punto de ser separados y dados en adopción.

Eso hizo que retornara a Salta para hacerse cargo de los menores. “El caso de Matías, el mayor, es aparte”, dijo sin dar más explicaciones.

“Los más chicos están conmigo porque le expliqué la situación y le pedí al juez que me diera la guarda, lo que conseguí de forma legal”, dijo exhibiendo un escrito firmado por el juez Pablo Soria, el magistrado que también le pidió ayuda al Gobierno de la Provincia.

PUBLICIDAD