La situación de San Ramón de la Nueva Orán es inaudita. Su única laguna de estabilización quedó largamente superada por el crecimiento poblacional de la ciudad. Las aguas servidas abrieron un canal entre los barros cloacales y desembocan hoy, sin tratamiento, en el arroyo El Cedral y los ríos Blanco y Bermejo.
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La situación de San Ramón de la Nueva Orán es inaudita. Su única laguna de estabilización quedó largamente superada por el crecimiento poblacional de la ciudad. Las aguas servidas abrieron un canal entre los barros cloacales y desembocan hoy, sin tratamiento, en el arroyo El Cedral y los ríos Blanco y Bermejo.
La Justicia fue advertida de que frente a la intratable planta funciona una escuela primaria a la que concurren cientos de niños de las afueras de Orán.
La prestadora de los servicios de agua y saneamiento se desentendió de esas instalaciones, a las que le cortaron hasta la luz. Ya hace dos años el diputado Marcelo Bernad, tras denunciar el completo abandono de esas instalaciones, había reclamado al Ente Regulador una urgente intervención.
Colonia Santa Rosa tiene dos lagunas de estabilización. Están ubicadas detrás del canchón municipal. El ingreso se hace sumamente dificultoso porque están cubiertas de vegetación. No reciben mantenimiento y están colapsadas. Los líquidos cloacales de la localidad pasan prácticamente crudos a un pequeño arroyo que desemboca en el río Colorado.
Aguas Blancas
La planta compacta de Aguas Blancas está emplazada por encima del nivel de la población. Para evitarse los bombeos de líquidos cloacales, la empresa responsable del servicio vuelca los efluentes residuales, mediante un “by pass”, directamente al río Bermejo.
Este cauce marca el límite internacional con Bolivia, y al igual que en el caso del Juramento, sus aguas son interjurisdiccionales (materia de competencia federal).