Aparentemente él o los ladrones estudiaron los movimientos de Bujad y esperaron a que se retirara de su domicilio para poder ingresar tranquilamente.
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Aparentemente él o los ladrones estudiaron los movimientos de Bujad y esperaron a que se retirara de su domicilio para poder ingresar tranquilamente.
Los delincuentes forzaron una puerta, y una vez dentro del inmueble revisaron todos los ambientes, hasta que consiguieron el efectivo.
Un vecino del damnificado advirtió la puerta rota y se comunicó con el hombre, que dejó su cena y regresó a su casa. Tras ver el desorden y el faltante de dinero, denunció el hecho a la Policía.
Los efectivos giraron todo el expediente a la Brigada de Investigaciones, que quedó a cargo y comenzó las pesquisas. Se determinó que un niño había visto a una persona extraña que caminaba presuroso, sujetando una caja, pero no logró identificarlo.