La sequedad del ambiente y el viento zonda fueron una vez más una terrible combinación para las serranías de Córdoba donde ayer 67 dotaciones de bomberos que responden al Plan Provincial de Manejo del Fuego combatían incendios de importancia que se producían en distintas localidades concentradas en la zona de Sierras Chicas y el Valle de Punilla.
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La sequedad del ambiente y el viento zonda fueron una vez más una terrible combinación para las serranías de Córdoba donde ayer 67 dotaciones de bomberos que responden al Plan Provincial de Manejo del Fuego combatían incendios de importancia que se producían en distintas localidades concentradas en la zona de Sierras Chicas y el Valle de Punilla.
Los vientos hacia el sector sur que eran superiores a los 40 kilómetros por hora complicaban las tareas de los bomberos, mientras varios de los habitantes de la zona fueron evacuados ante el avance de las llamas.
En Sierras Chicas debieron desalojarse casas en la zona rural de Cabana, El Quebracho y La Estancita, en tanto que en Punilla tuvieron que levantar un campamento con 97 estudiantes en la zona de Candonga.
Varios aviones hidrantes y otras aeronaves, varias de ellas aportadas desde la Nación, trabajaban en la zona, en la que los mayores frentes de incendios llegaban a desplegarse a lo largo de 30 kilómetros.
Marcelo Colombatti, del Plan Provincial de Manejo del Fuego, dijo que el incendio “es muy complejo”.
“No vamos a apagarlo hoy. La situación es complicada”, expresó ayer el funcionario.
“El fuego avanza en La Falda, Río Ceballos y Unquillo, con proporciones muy importantes. Le estamos dando prioridad a los sectores de Colanchanga y Cabana, donde hay viviendas”, añadió Colombatti.
El fuego provocaba desazón en varias poblaciones de la zona porque parecía incontrolable, a pesar de los esfuerzos de los agentes provinciales.
El intendente de Río Ceballos, Gaspar Lemos, no ocultó que está abrumado por la situación.
“Esto no se puede prevenir. No hay material humano que alcance. Esto me hace recordar a un viejo incendio de 1993, por la agresividad de las llamas y la rotación de los vientos”, dijo el jefe comunal.
Ante lo complicado de la situación desde el Plan de Manejo del Fuego recordaron a la población que los bomberos “son profesionales que cuentan con la capacitación, las herramientas y protección personal necesaria para combatir estos tipos de siniestros”. “No deben los civiles intentar controlar y apagar incendios, ya que ponen en riesgo sus vidas”.