El capitán del crucero de lujo Concordia que encalló y se hundió en el Mar Mediterráneo, dejando 11 muertos, habría admitido ante la policía que todo se debió a un error suyo.
Según revela un documento de la investigación que se filtró en las últimas horas, Schettino ordenó que el buque se diera la vuelta ‘demasiado tarde‘.
La misma fuente agregó que el capitán admitió que ‘conocía muy bien las profundidades de la zona‘.
La situación de Schettino es cada vez más complicada. Y eso queda en evidencia también por la visión que tiene de él Valeria Montesarchio, juez de Grosseto, quien calificó la conducta del capitán como ‘imprudente, incapaz y fuera de quicio‘.
Para hundir aún más al comandante, la magistrada reveló que Schettino “se quedó en la costa de la isla de Giglio toda la noche, viendo cómo se hundía el Concordia‘.
La jueza permitió que el capitán volviera con su familia, porque, a diferencia de lo que piensan los fiscales, cree que es improbable que se fugue. “Si no huyó en aquellos momentos, cuando el desastre asumía proporciones cada vez más dramáticas, es improbable que lo haga ahora”, consideró.
La Justicia ordenó que Schettino, de 52 años, siga bajo arresto domiciliario, mientras los fiscales lo acusan de homicidio múltiple y de abandono del barco y, en caso de ser encontrado culpable, podría caberle una pena de 15 años de prisión.
La compañía, que ya suspendió al capitán, tampoco se encargará de su defensa, explicó el abogado Marco de Luca, ya que Costa Crociere también se considera una víctima del naufragio.
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El capitán del crucero de lujo Concordia que encalló y se hundió en el Mar Mediterráneo, dejando 11 muertos, habría admitido ante la policía que todo se debió a un error suyo.
Según revela un documento de la investigación que se filtró en las últimas horas, Schettino ordenó que el buque se diera la vuelta ‘demasiado tarde‘.
La misma fuente agregó que el capitán admitió que ‘conocía muy bien las profundidades de la zona‘.
La situación de Schettino es cada vez más complicada. Y eso queda en evidencia también por la visión que tiene de él Valeria Montesarchio, juez de Grosseto, quien calificó la conducta del capitán como ‘imprudente, incapaz y fuera de quicio‘.
Para hundir aún más al comandante, la magistrada reveló que Schettino “se quedó en la costa de la isla de Giglio toda la noche, viendo cómo se hundía el Concordia‘.
La jueza permitió que el capitán volviera con su familia, porque, a diferencia de lo que piensan los fiscales, cree que es improbable que se fugue. “Si no huyó en aquellos momentos, cuando el desastre asumía proporciones cada vez más dramáticas, es improbable que lo haga ahora”, consideró.
La Justicia ordenó que Schettino, de 52 años, siga bajo arresto domiciliario, mientras los fiscales lo acusan de homicidio múltiple y de abandono del barco y, en caso de ser encontrado culpable, podría caberle una pena de 15 años de prisión.
La compañía, que ya suspendió al capitán, tampoco se encargará de su defensa, explicó el abogado Marco de Luca, ya que Costa Crociere también se considera una víctima del naufragio.