Pese a las contradicciones que se generaron en torno del fallecimiento de una pareja, identificada como Alejandro Samana (20) y Araceli Montaño (19), una bebé de cinco meses quedó huérfana y se generó una disputa en torno de la tenencia de la menor, por parte de sus abuelos.
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Pese a las contradicciones que se generaron en torno del fallecimiento de una pareja, identificada como Alejandro Samana (20) y Araceli Montaño (19), una bebé de cinco meses quedó huérfana y se generó una disputa en torno de la tenencia de la menor, por parte de sus abuelos.
Cabe recordar que el lamentable hecho ocurrió el domingo pasado, por la madrugada, cuando la joven Montaño murió súbitamente por edema pulmonar agudo, y horas después, su marido decidió quitarse la vida por ahorcamiento.
Los cuerpos de ambos fueron hallados en una pequeña habitación ubicada en la manzana 158 B del barrio Virgen del Rosario de San Nicolás, en la zona oeste de esta capital.
Tras el hecho, la Policía intervino y se manejó la hipótesis de que Samana habría acabado con la vida de su concubina y luego se habría suicidado, aunque lo primero fue desmentido horas después en la morgue del hospital San Bernardo, donde los profesionales aclararon las causas de las muertes.
Lamentablemente, luego del triste hecho, la bebé de los fallecidos, llamada Agustina, quien está siendo amamantada por una vecina que se ofreció como mamá de leche, se halla en medio de una disputa familiar. Sus abuelos, de uno y otro lado, pretenden quedarse con la tenencia de la menor, de cualquier forma.
“Después de hallarla, la Policía pretendió llevársela sin ninguna orden judicial. No se la entregamos porque ella no toma mamadera y está siendo alimentada por una vecina, donde ha quedado en guarda”, dijeron las personas que viven en el barrio, tras el hecho que conmocionó a gran parte de la población.
Las peleas familiares
En diálogo con El Tribuno, dos jóvenes amigas de la pareja fallecida, que prefirieron no ser identificadas, aseguraron: “La madre de Araceli nunca estuvo de acuerdo con la relación sentimental de los chicos. La mujer le hacía la vida imposible a su hija y le decía que no esté con Alejandro porque él no tenía un buen trabajo”.
Sin embargo, los jóvenes continuaron su romance, que comenzó hace aproximadamente tres años y ambos decidieron convivir en la casa de él, situada en la manzana 343 C del barrio Palermo I, en la zona oeste capitalina, para no continuar empeorando la relación entre Araceli y su ma dre.
“Si bien las peleas se calmaron durante un tiempo, ella quedó embarazada el año pasado y en ese momento volvieron los líos. La mujer se presentó en la casa de Alejandro y quiso llevársela a su hija, pero los chicos huyeron y buscaron refugio y apoyo en el domicilio de una tía de él”, cerraron.
Luego, la pareja recurrió a la vivienda Luisa Lera (57), otra tía de Alejandro, quien los albergó y les cedió una pequeña habitación donde fueron hallados sin vida el domingo pasado, aproximadamente a las 11.