Un sujeto identificado como Gustavo Meneces Tejerina (22) y conocido en el ambiente delictual como “Mersolandia”, fue detenido tras violentar el acceso a una vivienda ubicada en el barrio Democracia, en la zona sudeste de la capital salteña, y atar a un menor de 13 años a una cama, para alzarse con un jugoso botín.
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Un sujeto identificado como Gustavo Meneces Tejerina (22) y conocido en el ambiente delictual como “Mersolandia”, fue detenido tras violentar el acceso a una vivienda ubicada en el barrio Democracia, en la zona sudeste de la capital salteña, y atar a un menor de 13 años a una cama, para alzarse con un jugoso botín.
El hecho ocurrió en la manzana 11, lote 13, el lunes alrededor de las 10. El ladrón pensó que no había nadie en el inmueble pero se dio con la presencia del adolescente y amenazó con herirlo con un cuchillo. Luego lo ató y le advirtió: “Si hacés el más mínimo ruido, te corto en pedazos”.
La madre del chico, María Lorena Díaz (35), encontró después a su hijo atado y radicó una denuncia en la comisaría 10, expresando: “Mi hijo estaba solo en la casa. La puerta estaba asegurada con candado y alguien la rompió, entró para robar y lo inmovilizó de pies y manos con una soga”.
Una vez en el interior, y luego de revisar las pertenencias de la familia, el causante se apoderó de una motocicleta enduro Keler negra y rojo, de 150 cc adornada con una gran calcomanía de un dragón; una consola de videojuegos Playstation II, una mochila de nena con ropas y dos teléfonos celulares, para luego darse velozmente a la fuga en el vehículo.
El menor no sufrió lesiones, logró alcanzar el teléfono fijo y llamó por teléfono a su hermana, quien inmediatamente alertó a sus progenitores sobre el suceso. Los familiares se trasladaron al domicilio donde ya estaban apostados patrulleros de la Policía. Vecinos de la zona y el propio chico tomado de rehén aportaron la descripción física del sospechoso, con lo cual se orientaron las pesquisas. Dijeron que era un hombre joven, delgado, de tez blanca y cabello cortado al estilo Wachiturros, con una cicatriz en los labios y con un pronunciado ceceo al hablar. Agregaron que vestía un buzo rojo con capucha y jeans.
Persecución
Transcurrieron unas horas y por la tarde, el sujeto fue visto en la ruta 26, circulando a bordo de la motocicleta sustraída, en cercanías al barrio Morosini. Durante un procedimiento policial llevado a cabo por personal de la comisaría 10, el 911 y la Brigada de Investigaciones, fue capturado. Además del rodado, se le secuestraron un teléfono celular y $80. Poco más tarde, la totalidad de los demás bienes, que había ocultado en la casa de un amigo y en el domicilio de su mamá, en el barrio Solidaridad.
El caso, caratulado como robo calificado y privación ilegítima de la libertad, quedó en manos del juez de Instrucción Formal 8, Federico Diez, en tanto que las pesquisas, a cargo de la Brigada de Investigaciones.