El Gobierno no gana para sustos, cuando los números del presupuesto 2013 encontraban la única resistencia de los olvidados de siempre, apareció Jorge Capitanich para poner la economía en el centro de la tormenta y alejarla otra vez de la mansa orilla. Poco sirvieron los alentadores y optimistas argumentos de Axel Kicillof, junto a su equipo, al defender los números del Presupuesto 2013 en las comisiones del Senado; tampoco ayudó la promesa del funcionario de gastar menos el año que viene, aun teniendo en cuenta que será un año electoral, una especie de carta blanca a las necesidades políticas.
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El Gobierno no gana para sustos, cuando los números del presupuesto 2013 encontraban la única resistencia de los olvidados de siempre, apareció Jorge Capitanich para poner la economía en el centro de la tormenta y alejarla otra vez de la mansa orilla. Poco sirvieron los alentadores y optimistas argumentos de Axel Kicillof, junto a su equipo, al defender los números del Presupuesto 2013 en las comisiones del Senado; tampoco ayudó la promesa del funcionario de gastar menos el año que viene, aun teniendo en cuenta que será un año electoral, una especie de carta blanca a las necesidades políticas.
Un reciente informe revela que la cantidad de dinero que circula en la economía no para de subir, ante los crecientes niveles de emisión y también del aumento del crédito. Según las últimas cifras difundidas por el Central, el crecimiento interanual ya está en el orden del 41,4%, lo que destaca una nueva marca en lo que hace al proceso de expansión monetaria.
Esta evolución muestra un notable crecimiento de la base monetaria, compuesta por los billetes en circulación más depósitos a la vista, que presenta una suba del 37,7%. Con estos números, el Banco Central ya está muy lejos de cumplir con el programa monetario que elaboró a fines del año pasado. Pero a nadie le preocupa -sostiene un informe de Ambito Financiero-, porque las pautas relacionadas a la emisión ya no deben ser respetadas, tras la aprobación de la nueva Carta Orgánica en marzo último.
Las provincias
Con respecto al nuevo presupuesto, por ubicación geográfica llama la atención que provincias de alto ingresos per cápita, como las del Sur (Santa Cruz, La Pampa, Tierra del Fuego y Chubut) se vean relativamente más favorecidas en la distribución que las del Norte (Como Salta, Misiones, Corrientes y Chaco) que tienen altos índices de pobreza y necesidades básicas insatisfechas. Lo peor es que esta información no será contrastable con la ejecución porque el Gobierno nacional ya no publica los datos necesarios para comprobar la asignación efectiva a las provincias; basta con ingresar a la página oficial.
Curiosamente, estas inequidades se profundizan también en los coeficientes que se utilizan en el reparto de la Coparticipación Federal, en la que por distintas circunstancias, provincias como La Rioja y Santa Cruz, mantienen un elevado hándicap.
Cabe destacar que el proyecto del Presupuesto 2013 ya cuenta con media sanción de Diputados y está siendo discutido en el Senado. En los considerandos contempla una mejora del PBI del 4,4 % y un saldo comercial de 13 mil millones de dólares. Precisamente, el crecimiento fue cuestionado por distintas consultoras, según las cuales en 2012 y 2013 el PBI de la Argentina crecerá muy por debajo del 3,4% y el 4,4% que se incluyeron en el proyecto de ley.
Más allá de las variaciones estadísticas en las comparaciones interanuales o intermensuales, resulta evidente la tendencia al estancamiento de la actividad económica, que se manifiesta en que la tasa de variación del producto se mantiene nula para el acumulado del año. Ajeno a los números y mientras el Presupuesto 2013 avanza hacia su recta final, el Gobierno todavía sigue reasignando partidas del Presupuesto 2012, teniendo en cuenta que promediando la semana dibujó números por casi 5.000 millones de pesos, entre los cuales destinó casi 860 millones adicionales para Aerolíneas Argentinas.
Sin duda, en materia de números todavía falta mucho por escribir.