Con un fallo que firmaron todos sus ministros, la Corte salteña le reconoció a la telefónica Claro el derecho a apelar, con efecto suspensivo, las multas judiciales (astreintes) que le aplicó el juez Mario D'Jallad por demora de informes sobre una antena instalada en Campo Quijano.
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Con un fallo que firmaron todos sus ministros, la Corte salteña le reconoció a la telefónica Claro el derecho a apelar, con efecto suspensivo, las multas judiciales (astreintes) que le aplicó el juez Mario D'Jallad por demora de informes sobre una antena instalada en Campo Quijano.
Los orígenes de esta causa se remontan a julio de 2010, cuando la intendencia de Quijano intimó a la empresa del grupo AMX a presentar, en plazo perentorio, un informe sobre los impactos de esa antena de telefonía móvil.
Vencido el plazo sin que se considere atendido el requerimiento, el procurador general de la Provincia, Pablo López Viñals, interpuso un amparo para que se ordene a Claro apurar los informes en relación con las emisiones electromagnéticas de esas instalaciones y sus supuestos efectos en la salud.
En el marco de esa acción, en marzo de 2011, el juez de la Sala V de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial le aplicó a la empresa fuertes multas diarias (astreintes) hasta tanto se consideren atendidos los requerimientos de información. El juez D'Jallad ratificó la sanción en febrero de este año, luego de rechazar la apelación planteada por la empresa, que interpuso un recurso de queja ante la Corte, por considerar afectados derechos constitucionales.
Con el fallo del tribunal que preside Guillermo Posadas, el pago de las astreintes, que suman más de $180 mil, quedó supeditado a la resolución de las apelaciones de la empresa.