Una organización vecinal se está viendo involucrada en un escándalo de proporciones que se generó por la denuncia de un robo de $120 mil pertenecientes a la institución.
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Una organización vecinal se está viendo involucrada en un escándalo de proporciones que se generó por la denuncia de un robo de $120 mil pertenecientes a la institución.
Se trata de la Asociación por Trabajo y Vivienda Digna, integrada por 157 familias humildes que compraron terrenos para construir viviendas en la zona oeste de la ciudad, en inmediaciones de barrio El Jardín.
La tesorera de la institución, Isaura Gil, de 30 años, denunció que el lunes 8 del mes pasado delincuentes ingresaron a su vivienda y le sustrajeron $60 mil de la Asociación, recaudados con el aporte de los socios.
El hecho ocurrió pasadas las 23, en la casa en la que reside Gil con su familia, ubicada en el pasaje Mendoza 124 del barrio Fátima, en la zona sur de San José de Metán.
La mujer aseguró que había salido por unos minutos a realizar un trámite con su esposo, Juan Marcelo Brito, de 33 años. Destacó que en el inmueble se quedaron sus hijos de 10 y 12 años viendo televisión.
Aseguró que los pequeños estaban acostados en una cucheta cuando los malvivientes entraron y les dijeron que no hicieran nada y que iban a buscar los papeles de la asociación.
Los sujetos comenzaron a revisar la humilde vivienda hasta que encontraron el dinero que aportaron las familias.
Dicho dinero iba a ser destinado al pago de un agrimensor y para la instalación de 600 metros de cañerías de agua.
Gil denunció que en ese momento el niño de 12 años reaccionó y le arrebató a uno de los ladrones el bolso en el que estaba el dinero, pero los malvivientes reaccionaron, empujaron al pequeño que cayó al piso y se golpeó la cabeza con un mueble.
También le taparon la boca cuando quiso llamar a su abuela, que vive en un inmueble de al lado.
El niño dijo que pudo ver a los ladrones y describió que uno era pelado y el otro alto y morocho, y que el último era el que tenía el dinero en su poder. Los investigadores luego confeccionaron los identikits.
Rectificación
“Estoy muy angustiada porque ese dinero es de las familias que venimos trabajando desde hace un año para obtener una vivienda”, dijo Gil a El Tribuno luego del robo que denunció.
Posteriormente, la mujer se presentó en la Brigada de Investigaciones, realizó una ampliación de denuncia y dijo que luego de un arqueo determinó que en realidad le habían sustraído $120 mil y no $60 mil, como había señalado en un primer momento, y adjuntó las planillas con los aportes de los socios.
Ahora Gil asegura que está tranquila, dijo que confía en la Justicia y que todo se va a aclarar.
Numerosos cuestionamientos
Para el 30 de este mes la asociación convocó a una asamblea en la Casa de la Cultura, a las 17, para tratar este tema.
Algunos miembros de la institución dudan de la tesorera y sospechan que podría haberse tratado de un autorrobo, que es otra de las líneas de investigación que siguen los efectivos de la Brigada local.
Exigen también a la comisión directiva que el dinero sea reintegrado a la asociación.
“La comisión directiva debe devolver el dinero denunciado como robado. En la convocatoria a asamblea se omitió el tratamiento de ese punto para la determinación de las responsabilidades”, dijo Alan Figueroa, uno de los damnificados.
“Hay muchas irregularidades en el manejo administrativo. Se han vendido bienes de la asociación sin autorización de una asamblea”, aseguró Figueroa.
“Más de 10 socios hemos denunciado amenazas y agresiones por parte de miembros de la comisión directiva”, concluyó.
Cabe destacar que las opiniones están divididas, ya que muchas familias manifestaron su apoyo a la tesorera de la institución.