La Cámara Civil decretó el divorcio de una pareja por culpa exclusiva del marido porque victimizaba a su mujer con situaciones de “desvalorización y descalificación permanentes”.
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La Cámara Civil decretó el divorcio de una pareja por culpa exclusiva del marido porque victimizaba a su mujer con situaciones de “desvalorización y descalificación permanentes”.
El tribunal evaluó relatos de testigos sobre el maltrato del marido que desembocaron en que “ella tenía una actitud de temor y ante su marido siempre estaba en silencio”.
Además, “en tres oportunidades se decretó la prohibición de acercamiento” del marido a la mujer por denuncias de violencia familiar.
El tribunal descartó la responsabilidad de la mujer por abandono del hogar matrimonial: “La situación por la que atravesaba el matrimonio, incluidas las injurias concretadas por el cónyuge, impiden concluir que el alejamiento del hogar por parte de la actora hubiera tenido por finalidad eludir los deberes matrimoniales”.
“El divorcio, antes que servir para que los cónyuges debe constituirse en el remedio para evitar que una convivencia imposible perdure”, recomendó el tribunal.