Mientras continúan los remezones del cacerolazo del jueves pasado, los misiles de Cristina hicieron blanco en la supuesta derecha argentina. Ayer, la presidenta de la Nación, en otro duro discurso, acusó a “la derecha y los trogloditas”, al considerarlos “enemigos de los científicos y de los que piensan”. De esta manera, durante la inauguración de una fábrica de laminados industriales en la ciudad de Villa Constitución, Cristina de Kirchner aseguró que hay “que ser sensatos y tranquilos frente a las provocaciones de los que quieren retornar al régimen ultraconservador en el país”.
inicia sesión o regístrate.
Mientras continúan los remezones del cacerolazo del jueves pasado, los misiles de Cristina hicieron blanco en la supuesta derecha argentina. Ayer, la presidenta de la Nación, en otro duro discurso, acusó a “la derecha y los trogloditas”, al considerarlos “enemigos de los científicos y de los que piensan”. De esta manera, durante la inauguración de una fábrica de laminados industriales en la ciudad de Villa Constitución, Cristina de Kirchner aseguró que hay “que ser sensatos y tranquilos frente a las provocaciones de los que quieren retornar al régimen ultraconservador en el país”.
Lo cierto es que la jefa de Estado, acompañada por el gobernador socialista de Santa Fe Antonio Bonfatti, salió a defender su gestión tras la protesta del 8N y advirtió que “no nos vamos a dejar provocar, no le vamos hacer el juego. Vamos a seguir adelante con este modelo, que es policlasista”.
Pero además y dentro del encendido discurso, en donde estuvo acompañada por el titular de la CGT oficialista Antonio Caló, también apuntó al sindicalismo y pidió a los trabajadores “sensatez en los reclamos laborales”, tras advertir el complicado escenario internacional.
De todos modos, en la misma línea, criticó la dureza de algunos dirigentes sindicales porque “ellos nunca se quedan sin trabajo”, en clara respuesta a la marcha convocada por la CGT de Moyano y la CTA de Pablo Micheli para el próximo 20 de noviembre a Plaza de Mayo.
Luego de la inauguración de la planta de laminados se comunicó con la ciudad santafesina de General Alvear, donde se dio a conocer la “duplicación y modernización” de la producción de remolques en la Planta Randon Argentina.
El paro del 20 quedó firme
El titular de la CGT opositora, Hugo Moyano, y su par de la CTA disidente, Pablo Micheli, ratificaron ayer que “el paro del 20 de noviembre próximo se realizará con movilización a Plaza de Mayo. Recomiendo a la gente no salir ese día, a menos que sea para ir a la movilización”, enfatizó Micheli, quien no solo confirmó el paro y la movilización sino que recordó que ese día habrá “100 cortes de rutas, puentes y vías”.
Por la mañana la Federación Agraria resolvió adherir a la medida de fuerza y su titular, Eduardo Buzzi, expresó que “nosotros estamos de acuerdo con los motivos del paro”.
Lescano: “No hubo sabotaje”
Apagón | Oscar Lescano desmintió a De Vido.
La desmentida vino del lugar menos pensado. El secretario general del gremio Luz y Fuerza, Oscar Lescano, advirtió ayer que el apagón que sufrió la Ciudad de Buenos Aires el pasado miércoles 7 se originó a partir de la caída de un árbol sobre líneas de alta tensión en la zona sur. Con esa afirmación, el sindicalista de la CGT oficialista descartó que se haya tratado de un sabotaje como había denunciado el ministro de Planificación, Julio de Vido.
“Podemos probar que fue un accidente. Un álamo se cayó por los fuertes vientos y sacó de servicio a un cable. Ese mismo pasó la carga al cable de al lado e hizo que salieran (de servicio) cuatro cables más”, dijo Lescano en declaraciones radiales, y agregó: “No hubo un sabotaje, ni nada raro”.
El sindicalista señaló que Edesur debió haber tenido un equipo de gente que recorra las líneas de los cables para que estén libres de árboles, para así prevenir este tipo de accidentes.
La declaración de Lescano contrarresta la versión del ministro de Planificación, Julio de Vido, quien presentó una denuncia penal para que la Justicia investigue “quien bajó la palanca”.
La sospecha del funcionario es que se trató de un sabotaje. Por no fue el único que abonó esa teoría. De hecho, fueron varias las voces del kirchnerismo que habían tratado de vincular el apagón masivo en la Capital con el cacerolazo del 8N que se produciría al día siguiente.